Etiqueta: Google

  • Reflexión: Google y el efecto calculadora

    Reflexión: Google y el efecto calculadora

    googlecalculatorHace pocos días caí en cuenta de lo peligroso que puede resultar para nuestros cerebros la excesiva utilización de Google. Hablando con mi hija de trece años acerca de canciones ella se refirió a una que canta la colombiana Fanny Lu que se debe llamar algo así como “celos” o “siento celos” y que un rato más tarde al unirse más gente al grupo lo volvimos a intentar y mientras varios nos esforzábamos en recordar, uno del grupo me pidió que le recitara unas pocas líneas de la letra y las metió en Google para obtener entre los primeros resultados el nombre de la cantante mexicana Daniela Romo.

    Hasta allí todo parece ir bien, y yo mismo suelo seguir ese mismo patrón para investigar lo que no conozco o comprobar algunas asunciones de las que no estoy seguro. Pero el incidente, me dejo algo molesto, no de manera clara, sino algo muy sutil, leve. Y poco después hallé la respuesta a mi molestia. Pero antes de decirla, debo narrarles dos episodios de mi vida (nada largos ni emocionantes.)

    El primero: estando en 5to año de bachillerato, una linda compañera de clases tuvo que hacer un examen de matemática donde nos prohibieron usar las calculadoras, y ella salio muy mal ya que se había olvidado como realizar divisiones.

    El segundo: al ir a presentar un examen de la materia “Memoria Secundaria” en la Universidad llegué tarde al mismo por que no sabía donde se daban las clases –para variar—ya que la materia era fastidiosísima y la profesora aún más y yo había decidido no entrar a clases. Llegué media hora tarde y pude entrar por que nadie había entregado aún. Al sentarme comprobé que el examen era a libro abierto –yo no tenía libro—y con calculadora –mi apreciada HP15c que aún funciona estaba en casa—así que no me presagie nada bueno. Pedí permiso para despegar una hoja blanca del examen para poder hacer los cálculos y la profesora me lo dio de mala gana, exigiéndome la anexara al examen después. Tome mi bolígrafo –para colmo no cargaba lápiz—y empecé. La materia amerita numerosos cálculos sencillos sobre velocidad de discos, capacidad de los tracks, tamaños de archivos y algún que otro cálculo más complicado para obtener raíces cuadradas. Llené la hoja de cálculos y reglas de tres y me detuve un rato a recordarme –deducir sería más correcto—cómo se calcula una raíz cuadrada a mano. Terminé el examen y entregué. Era el primero de todo el grupo pese a haber legado tarde y haber realizado los cálculos a mano. El promedio del salón de de cuatro o cinco puntos sobre veinte, y mi nota –la más alta—fue de diecisiete puntos. La muchacha que me prestó sus apuntes para yo estudiar –que había ido a todas las clases—sacó sólo tres o cuatro puntos—sorry Mariela. Quizás si hubiera tenido calculadora y libro, y hubiera asistido a clases habría aplazado también.

    En estoas dos historias pueden ver un poco del efecto calculadora como yo le llamo. Algo que realiza una tarea por ti, y lo hace de tan buena manera que terminas olvidándote de cómo hacerlo. ¿Se imaginan olvidar como manejar su carro sólo por que la compañía les pone un chofer?

    Sé que Google está ahí y es un gran medio para obtener información, y que se trabaja fuertemente en nuevos buscadores que contesten preguntas directamente. Pero nada, nada, puede sustituir al cerebro, que necesita ejercitarse para no quedarse obsoleto. Y si nos quedamos sin cerebro, ¿para que entonces vamos a estar hablandodeti?

  • Publicidad basada en los intereses…pero ¿los intereses de quien?

    Publicidad basada en los intereses…pero ¿los intereses de quien?

    googlecubeEl último anuncio de Google fue el de liberar una nueva tecnología para la colocación de avisos según las páginas que han sido anteriormente visitadas por los usuarios. Esta tecnología, aún en estado experimental, según Google conseguirá que los avisos sean más interesantes para los usuarios. Pero esta exploración de los intereses del usuario debería ser permitida de manera consciente. Y al parecer no será así. Aunque los usuarios podrán desactivar este recurso, estará encendido de manera predeterminada. Y son tantas las consideraciones sobre la privacidad, que amenaza con convertirse en el primer gran fallo de Google.

    Pareciera que la historia en TI es cíclica y que Google está heredando a Microsoft en la toma de decisiones poco acertadas. No me mal interpreten, no estoy diciendo que Microsoft haya tomado sólo malas decisiones, ni que Google se haya vuelto una máquina de producir desaciertos. Pero parece que las grandes compañías producen grandes desaciertos con regularidad. ¿Recuerdan cuando Microsoft quiso reemplazar a la Internet con MSN? ¿o cuando se les ocurrió diseñar a Bob?. Pues bien creo que este es el momento de Google: están comprometiendo la privacidad del usuario, mas allá de lo que lo habían hecho jamás. Y esto puede costarle caro. Recientemente otro gigante cometió un error parecido –Facebook—y aún está dando pasos atrás para intentar salir de la ira que provocaron en los usuarios

    Se qué actualmente hay una gran presión sobre los que hacen publicidad en la red para que sean más efectivos. De hecho varios de los principales anunciantes de EUA se están uniendo para lanzar en breve nuevos avisos más grandes y efectivos. Pero eso no debe ser excusa para colocar al usuario en una posición incómoda al ser bombardeado con información sobre cosas que en algún momento le interesaron. ¿Se imagina comprando un TV nuevo, en su sitio web favorito, para después ser bombardeado con avisos de TV en cada publicidad? Al menos yo me sentiría muy mal, ya que suelo no revisar más ofertas después de que adquirí algún bien.

    Para no ser negativos al 100% le propongo a Google investigar otras áreas. Por ejemplo ¿que tal crear un buscador de ofertas que realmente funcione? Una especie de marketplace completo, con revisiones y ofertas, donde Google le cobre a los vendedores cada vez que les envíe un cliente a comprar un producto. ¿O que tal un buscador que sea capaz de dar cierta relevancia geográfica a los resultados? Al preguntarle sobre un médico, podría dar los resultados ordenados por proximidad, usando la dirección IP como referencia. Estas son solo dos ideas de proyectos más merecedores de fondos que esa publicidad basada en los intereses…de Google. Asi no solo estarán hablandodeti, sino también de tus gustos, de lo que compras y de lo que ves.

  • To sell or not to sell: that was the [wrong] question

    To sell or not to sell: that was the [wrong] question

    Y la respuesta –equivocada—fue la que dio el CEO de Yahoo: no vender. Jerry Yang, cofundador de Yahoo!, declinó la oferta de Microsoft de pagar 33 dólares por acción, mas del doble de lo que están actualmente. La estocada final se dio cuando Yahoo y Google no llegaron a un acuerdo para trabajar de manera conjunta la publicidad en Yahoo, debido –principalmente—a las presiones regulatorias. Yang renunció a su cargo y se dedicará d enuevo a ser jefe del Portal.

    Pero admitámoslo, era realmente difícil tomar la decisión acertada en aquel momento. La actitud de Yang parecía válida, dadas las circunstancias, pero la crisis económica mundial subsiguiente no era fácil de vaticinar. Las cosas lucían de otra manera: un Microsoft desesperado por el avance de Google y con la billetera repleta debería haber elevado la oferta. Si pero no.

    A los que nos gusta un poco ver la historia de las corporaciones, Microsoft –más que otras—tiene una colección muy corta de éxitos –pero eso sí, muy contundentes—y una larga retahíla de fracasos: ¿Se acuerdan de Bob? ¿NT 5.0? ¿O cuando msn quiso destruir a la Internet? Eso sin mencionar al fallido Vista.

    Pero ¿y Yahoo? Yahoo cuenta con una historia impresionante de éxitos al principio de la Internet tal como se conoce hoy –la que vino después del gopher y el ICQ—y logró borrar a importantes iniciativas de buscadores y directorios hasta que apareció Google, el mismo que tiene a Microsoft preocupado.

    Pero… ¿sí Microsoft tienes más dinero como puede Google alcanzarlo tan bien?

    Esta pregunta tiene dos respuestas. La primera es que realmente Google no está alcanzando a Microsoft, tal como lo plantean muchos. De hecho Google tiene un buscador mejor que el de Microsoft, y una serie de herramientas y aplicaciones en línea que Microsoft no logra alcanzar. Punto. Pero Microsoft es mucho más que eso. Google Docs no puede competir con Office, Chrome no es competencia aún para Internet Explorer y Google no tiene sistemas operativos de PC ni de servidores. Es más, ni siquiera androide puede ser visto, al menos actualmente, como una competencia seria a Windows Mobile.

    Pero la otra respuesta a esa pregunta es si. Google se le ha acercado tanto a Microsoft aunque sólo invierta una sexta parte en investigación y desarrollo, gracias a un esquema de trabajo diferente. Uno de los mejores ejemplos es el llamado tiempo Google, que da a los empleados la posibilidad de dedicar hasta medio día a la semana en nuevos proyectos, generalmente personales.

    Mientras ocurre esta lucha entre gigantes, Yahoo! –relegado al papel de naufrago en el agua—sigue chapoteando para mantenerse a flote. Aunque está desarrollando nuevas tecnologías, incluyendo su propia nube de cómputo, el ánimo dentro de la empresa debe estar lejos de ser el más óptimo. Veremos que pasa en el futuro cercano y si logran evadir por mucho tiempo los tiburones que acechan. Mientras sigamos hablandodeti.

  • Happy google to you!! And to Maggie also. Not to Microsoft.

    Happy google to you!! And to Maggie also. Not to Microsoft.

    Según el tango 20 años no son nada y la mitad de nada debe ser muy poquito, tal como solía decir mi buen amigo, el Profesor Manuel Bemporad, pero a Google –y a Microsoft—estos diez años les han resultado un poco largos.

    ¿Pueden ustedes recordar cómo era la vida antes de Internet? ¿Y antes de Google? Probablemente la mayoría de los que me leen pueden hacerlo, pero hay una generación que no lo puede hacer, como mi hija Maggie de 12 años, la que conoce Internet desde que tiene uso de razón –de hecho la arrullé más de una vez, a la media noche, mientras actualizaba la página de mi Universidad, la USB, o la primera página con información diaria sobre las olimpíadas de Atlanta, en el 1996, que hicimos un compañero y yo junto a los del periódico Meridiano.

    Y es que su vida ha estado tan ligada a la Internet como la mía, y Google la acompaña casi desde el principio. Y eso es cierto para toda una generación que puede hallarse perdida en una biblioteca, pero que se desenvuelve excelentemente frente a un monitor.

    Google se ha vuelto hasta un verbo en inglés. El término “Google it” tiene su equivalente en español –del que se habla, no en el de la academia—en Googlear. Podrá estar muy mal dicho, pero si usted lo emplea lo entenderán. En cambio si usted dice “emesenear” o “microsoftear” nadie lo entenderá.

    De hecho, estos diez años han marcado un cambio fuerte para Microsoft. Cada vez más grande, con más efectivo, pero nunca tan vulnerable, el gigante se mueve por ahora ayudado por la inercia. Mientras algunas divisiones, como la de sistemas para servidores, al fin han encontrado un rumbo estable, el grueso de la compañía avanza dando traspiés, con un Bill Gates que se retira mas por agotamiento de ideas que por otra razón –mientras su gemelo malvado, Steve Jobs, se burla de la muerte con un iPhone en la mano. ¿Será que no hay nada que pueda ocurrírsele a Gates para seguir en la lucha? ¿Por qué le pesan tanto a él los 10 años de Google?

    Aunque mis amigos de Microsoft, y los lectores proclives a esta compañía, estén meneando negativamente la cabeza al leer este post, lo cierto es que al igual que en el cuento de “Juanito y los frijoles mágicos” Google ha crecido hasta el cielo, como esa famosa planta que permitió que mucha gente subiera por ella a molestar al gigante en su castillo (Gmail, GoogleMaps, YouTube, y muchas otras aplicaciones)

    ¡Ojalá el gigante no quiera montarse en la planta –o seguir insistiendo en comprar Yahoo– para bajar a la tierra y castigar a los intrusos, porque podrían cortar la planta y matarse en la caída!

  • Para lograr dominar el mundo [de los centros de datos] Google se remoja y Microsoft se congela

    Para lograr dominar el mundo [de los centros de datos] Google se remoja y Microsoft se congela

    Hoy pensaba que la semana había estado algo floja para encontrar temas sobre los cuales escribir, hasta que navegando en la red descubrí esta perlita: Google acaba de registrar una patente para poner sus centros de datos en el mar.

     

    La nota, en el sitio europapress.es revela que Google ha patentado una tecnología llamada “computer navy” para instalar centros de datos en alta mar donde se puede aprovechar la energía del mar circundante para generar electricidad y con el agua del mar se puede refrigerar el centro de datos. Además si se ubica mas allá de 11 millas mar adentro –en aguas internacionales—se pueden evitar todos los impuestos asociados.

     

    Sí, leyeron bien. Yo acabo de terminar un artículo sobre tecnología verde y la crisis energética actual ha influenciado tanto en los costos de mantenimiento de los centros de datos, que no me extraña que en Google se les haya ocurrido esta idea, que a pesar de ingeniosa, suena un poco alocada, ya que al menos que construyan una plataforma como las petroleras  –o ocupen una que haya caído en desuso—las tormentas y ciclones podrían poner en peligro las operaciones. Pero ya existen iniciativas parecidas para aprovechar las bondades geotérmicas de nuestro planeta (en el caso del mar … ¿se dirá acquatérmicas o hidrotérmicas? ¿o quizás sea thallasotérmicas? je,je,je). En Europa se usan comúnmente los llamados tubos de enfriamiento o tubos de calefacción geotérmica, usados para calentar o enfriar edificios, según sea el caso. Yo personalmente estuve en la torre Post, en la ciudad alemana de Bonn –sede de la comañía DPW madre de DHL– que usa las aguas de un pequeño lago, y las del río Rhin, junto a un diseño de fachadas de vidrio dobles, para regular su temperatura todo el año.

     

    En el artículo del sitio Web datacenterknowledge.com se puede conocer sobre no menos de 9 instalaciones de centros de datos subterráneas que dicen contar con sistemas de refrigeración natural que necesita poca o ninguna ayuda para mantener los servidores funcionando en condiciones óptimas. En el primer artículo que comentamos, se hace referencia a que Microsoft está ensayando con centros de datos en lugares muy fríos y minas subterráneas y los de Redmond estiman que pueden lograr ahorros de hasta 90 millones de dólares al año.

     

    La próxima vez que vea un barco parado en alta mar, o se asome a una vieja mina abandonada, tenga cuidado con lo que diga…podría estar hablandodeti, sin saberlo.

  • Google en juego, lo está haciendo en serio

    Google en juego, lo está haciendo en serio

    Cómo profesional de TI la emoción que sentí al ver el comic de Google sobre su nuevo browser  Chrome fue indescriptible.

     

    Tantos conceptos  técnicos tan bien explicados –¿han visto la presentación en estilo comic book?– y tan relevantes en un solo lanzamiento no es algo que se vea fácilmente. El día del lanzamiento de Chrome quizás sea recordado en el futuro como el día en que todo cambió en el mundo de los browsers.

     

    En Microsoft conocían la noticia con antelación, estoy seguro. Pero aún así, no pudieron hacer nada para contrarrestar un lanzamiento tan importante. Un lanzamiento al que lo único que le ha faltado es la buena ración de mercadeo que siempre acompaña a los lanzamientos de Microsoft.

     

    Pero es que Chrome rompe demasiados paradigmas para que sea entendido de un solo golpe. La forma en que maneja la descarga de las páginas Web, creando procesos paralelos para las diferentes tareas, el uso del concepto de caja de arena para mantener la seguridad, el trato especial a los plugins para incrementar su confiabilidad, y en especial el nuevo interpretador de Java (¿se le podrá seguir llamando interpretador?)

     

    Pero hasta aquí estaríamos en presencia de un gran intento –como lo es Opera, por ejemplo—de no ser por la noticia de que todo el código de Chrome es abierto. La máquina de Java, que parece ser una de las mejores jamás vista, está libre para quien quiera usarla. La tecnología detrás de Chrome esta totalmente abierta.

     

    El modelo de negocios, siempre será un misterio para muchos –al parecer Google ha conseguido la forma de hacer dinero de todo lo que le haga daño a Microsoft 🙂  Pero realmente el negocio de Google es que la Internet siga creciendo, que aumenten los servicios y la búsqueda en los buscadores. El modelo de publicidad de Google aún parece aguantar un rato. ¿Podrá el modelo de Microsoft basado en licencias –algo que ya tiene unas décadas encima—triunfar en un futuro donde todo cambia? Pues habrá que seguir hablandodeti para saberlo.