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  • Olvídense de la Web 2.0: en el divorcio está la verdadera evolución de la red

    Olvídense de la Web 2.0: en el divorcio está la verdadera evolución de la red

    Buscando en la red algo de información sobre blogs tropecé con un corto de video de CNN que habla sobre el divorcio en línea y algunas iniciativas que se están dando desde la Argentina y otros países. Al leer el titular caí en cuenta: la verdad es que esto se había tardado mucho.

     

    Recientemente al reencontrar a una amiga que tenía años sin ver me contó que una de sus hermanas se había casado. Cuando la iba a felicitar, me atajo:”Se caso por Internet…con alguien a quien no ha visto aún.” Profundizamos en la historia sólo lo suficiente para saber que se casaron por poderes, que él vive como ilegal en Usa y que ella no tiene visa para entra a Estados Unidos.  Las razones del caso quedaban lejos de nuestra esfera de entendimiento. El recuerdo fue relegado a los oscuros espacios intraneuronales hasta que hoy, al contemplar el corto de CNN, comprendí que estaba ante un fenómeno que pocas veces solemos ver: contemplamos la evolución de la red.

     

    Si, la red es quizás el primer ser no vivo que cumple con todos los axiomas que tenemos para evaluar los seres vivos: evoluciona constantemente, la tendencia a la entropía la hace degenerarse y es necesario poner control, si se llega a apagar (morir) todo su fluido vital se va a algún lugar desconocido y es capaz de establecer hábitos inteligentes (o que creen que hacen los enrutadores de la Internet con el tráfico). Sólo falta la reproducción para definirse completamente como un ente viviente.

     

    Si dejamos de lado nuestras creencias que nos limitan, tendrán que concluir que la Internet es una entidad viva y, además, parasitaria ya que vive de la energía que le suministran los demás. En principio buscó energía ofreciendo comunicación a sus miembros, de a poquito es fue dando más y más, les permitió enviar fotos, crear páginas Web donde expresarse, les permitió enviar funciones (programas) y hasta los dejó escuchar música. A medida que aumentaba la energía la red iba creciendo, ya no eran suficientes los locos, casi científicos, que usaban gopher, FTP o ICQ para comunicarse y compartir archivos. Y así nació HoTMaiL –así se escribía en un principio: era un mail que funcionaba en HTML, lamento decepcionar a cualquiera que pensara otra cosa.

     

    De allí en adelante la historia se vuelve rápida. Messenger, Java, CSS, y otras siglas se concentraban en hacer crecer la base alimentaria del parásito, conectando más y más personas a la red hasta llegar a formar apéndices especializados como Orkut, SecondLife o Facebook.

     

    Pero ahora parece que nos enfrentamos a un cambio. La red que sirvió tanto para crear relaciones de amistad, amor y lujuria, se puede haber vuelto tan voraz que empieza a morder las manos que la alimentan. Divorcios en línea, sin asistir al juzgado más que para firmar, es el principio de una nueva etapa, una en la que, a semejanza de The Matrix, la red se da cuenta que se puede obtener más energía de un soltero buscando pareja que de un par de tortolitos dedicados a amarse, lejos del teclado.  

     

    ¿Qué futuro nos espera?  

  • La cara dura del libro

    La cara dura del libro

    Facebook es sin duda una aplicación exitosa y hasta podemos decir que está “a la moda”

     

    ¿Pero es Facebook la red del mañana?  Yo diría que más bien es el viejo morbo del chisme, pero en versión digital. Y los usuarios parecen pensar lo mismo, ya que en una encuesta reciente que hicimos en PC World al preguntar sobre las tecnologías que cambiarán la Internet, menos del 1% — de hecho sólo un 0.2%– piensan que facebook influirá en el futuro.

     

    ¿Pero de ser así por que tanto alboroto? ¿Por qué entrar a un medio donde de repente tu mejor amigo de infancia, queriendo hacerte un favor, va y coloca una foto de cuando tuviste tu primer ataque de acné o, peor aún, de la vez en no pudiste manejar adecuadamente tus esfínteres mientras recorrías una montaña rusa (he visto cosas peores)

     

    El secreto está en la cara dura del libro, en su parte más intensa, la naturaleza social del ser humano. Ese mismo factor que están aprovechando los programadores de virus, la llamada ingeniería social, está aplicada al máximo por facebook. Es así como la gente se muere por mandarte un ping pong*, dos carlton*, cinco helados y una cerveza por medio del facebook, cuando quizás nunca te invitaron ni un simple salvavidas cuando estudiabas primer grado con ellos.

     

    Peor aún, si se trata de juzgar el deterioro físico que nos causan los años y las horas sentados frente al PC. Si alguien te dice “estás igualito” y tú sabes que tienes como treinta kilos más y la cabeza plena de canas, uno empieza a sospechar de la condición mental de ese “viejo” amigo – ¿será tan viejo como para que él tenga alzheimer, mientras yo sólo tengo treinta y tantos? La respuesta generalmente llega cuando  ves la foto de él, probablemente paseando en Disney y comiéndose uno de esos muslos de pavo que lo hacen parecer Pedro Picapiedra. 50 kilos más, ni rastro de una sonrisa y seis niños, entre propios y adquiridos, completan el paisaje. Y en ese momento ocurre el milagro, se te olvida el ataque de Acné y el problema en la montaña rusa, volteas la mirada hacia arriba y exclamas: ¡pero que idea tan genial la de estos muchachos que crearon facebook!

     

    * El Pingpong y el Carlton son dos de las chucherías más representativas de Venezuela.