Quizás algunos se sorprendan con este título, pero es que no hay forma de expresar lo que aquí se quiere decir, sino uso el truco de sustituir el (*) por varias frases que expondré en este post.
Primero déjenme decir que yo admiro a Intel y la considero una gran compañía, y unos de los mejores eventos a los que he ido son los IDF (Intel Developer Forum) donde suelen exponer sus avances actuales, así como las tendencias futuras. Pero…y aquí es donde empieza mi consideración, el futuro ya no es más como lo pinta Intel, gracias a Apple, Microsoft y a los teléfonos inteligentes.
Desconozco si Apple tocó la puerta de Intel mientras desarrollaba la primera iPad, pero es probable que sí. Sin embargo, por las razones que fueran, Intel no resulto escogido como proveedor de procesadores para la iPad, pero estoy seguros que si hubieran querido, hubieran podido desarrollar un chip medianamente decente, que hubiera podido ser el corazón de la iPad, pero no lo hicieron. Apple, que ya había estado estrangulada con sus laptops por culpa de Motorola e IBM en la época de los G5, no quiso repetir la experiencia, y confiando enormemente en su éxito del iPhone, decidió emprender un claro camino para consolidar iPhone e iPad en un sólo procesador, el A4 –después seguiría el A5—basados en la arquitectura ARM.
Apple creó con el iPad un mercado que aún no se ha podido determinar que tan grande es, pero que sigue creciendo, y que está –juntos a los teléfonos inteligentes—atacando al mercado de los PC tradicionales –de escritorio o portátiles—que no hace sino menguar. Microsoft, el gran aliado de Intel, se hizo a un lado, brindando soporte en Windows 8 para procesadores ARM –presentes en la mayoría de las tabletas y en muchos teléfonos inteligentes—algo que quita presión sobre los desarrolladores para incorporar chips de Intel en tabletas.
También el abandono de Nokia como socio desarrollador de Meego, el sistema libre que entre ambas llevaban a delante, deja a Intel en el aire en lo que a desarrollar infraestructuras se refiere, una de las medidas que Intel había acometido para mejorar su presencia en el mercado móvil.
Y es extraño que la empresa con la mejor tecnología de fabricación de chips siga quedando por fuera del mercado tecnológico de mayor crecimiento. No es para sorprenderse que –según revela una rápida búsqueda en WolframAlpha—la acción de Intel vale lo mismo que hace cinco años, mientras que las de ARM valen aproximadamente seis veces más que hace un lustro, registrando la mayor parte de este aumento desde 2010.
Así que vistos estos datos vale la pena preguntarse:
¿Está Intel declinando?
¿Está (el mercado de) Intel declinando?
¿Está (la capacidad de innovación de) Intel declinando?
¿Está (la gerencia de) Intel declinando?
¿Está (el dominio de) Intel declinando?
Es algo que realmente me preocupa. ¿Podrá llegar a convertirse Intel en una especie de casa alemana automotriz, en donde todos sabemos que fabrican algunos de los mejores autos del mundo, pero sin embargo compramos japoneses o coreanos por ser mejor inversión? Se que puede parecer exagerado para algunos, pero si miran bien las cifras de crecimiento de smartphones (55% para este año), verán que Intel esta prácticamente fuera de un mercado que se estima será de unos 472 millones de unidades este año, y que según IDC estará muy cerca de los mil millones de unidades para el 2015. Y si usted es de los que piensa –con argumentos sólidos—que a Intel le basta con el mercado de PCs para sobrevivir, le pido que tome en cuenta dos cosas: ese mercado esta declinando lentamente, y a partir de Windows 8 podrán existir computadores de escritorio con procesadores ARM que aunque sean un poco menos poderosos, podrán funcionar muy bien junto a técnicas de virtualización, para ofrecer PCs de muy bajo costo.
Me hubiera encantado estar hablandodeti Intel, sobre las nuevas funcionalidades que tus chips agregan a los teléfonos inteligentes, pero lamentablemente no es así, por el momento habrá que esperar a ver que más nos traes.