Se que el título puede sonar raro, pero sin embargo se ajusta al máximo a lo que tengo que contar hoy. Y aunque no es mi costumbre debo empezar con un chiste –que pareciera que nada tiene que ver con la tecnología, pero al final lo tendrá.
Dicen que una vez una empresa para poder trabajar en una isla remota, se vio forzada a contratar a una tribu de caníbales para trabajar en las oficinas. Todos tenían miedo de los caníbales, pero según pasaban los días, las semanas y los meses, no pasaba nada y los demás empleados se iban relajando. Pero un día pasó lo inevitable. El trabajo en una oficina empezó a acumularse, y al indagar los motivos, se dieron cuenta que los caníbales se habían comido a la secretaria de esa oficina. Preocupado, el presidente llamó a los salvajes a su oficina y les formó una reprimenda que terminó con la siguiente frase: “Y yo les dije que si se iban a comer a alguien, que se atragantaran con un Gerente, que nadie se daría cuenta, por que al final no hacen nada… ¡pero ustedes se comieron a una secretaria y todo el mundo lo noto enseguida!.
Dependiendo de quien cuente el chiste, puede llegar a ser gracioso, pero por ahora solo les pido que lo recuerden al final de este post.
Y es que hoy en una rueda de prensa de Intel para enseñarnos lo que implica la nueva categoría Ultrabooks –sólo les faltó ponernos a hacer planas para ver si “entendíamos” el concepto—los voceros no supieron responderme una pregunta que desde hace mucho me hago –y que muy probablemente sólo pocos en Intel puedan responder—acerca de porqué si la categoría se había creado con la Macbook Air –hace ya bastante rato—Intel insistía en definirla hoy de forma tal que la Macbook Air quede fuera de la categoría que no sólo creó, sino en la que permanece como referente.
Yo a lo largo del tiempo he llegado a mis propias conclusiones de por qué pasa eso y aquí se las enumero, a beneficio de inventario:
1. Intel necesita meter más tecnología propia para evitar que “ultrabooks” con procesadores AMD entren a competir en la categoría
2. Los demás fabricantes le pidieron a Intel una definición que dejara fuera a Apple, para así no tener que competir con ella
3. Intel pensó que así dejaría a la Macbook en otra categoría, y los fabricantes se animarían a producir modelos que de otra forma no harían
4. Intel no quiere reconocer la participación de Apple en la creación de la categoría, para no dejar abierta la opción de que Apple fabrique una ultrabook con AMD
La verdad es que pueden haber miles de razones más, y no sería la primera vez que Apple e Intel se peleen por una definición de estándar o el nombre de una tecnología.
La respuesta de los voceros, no pudo ser otra que repetir el discurso corporativo, de que Intel define la categoría de cierta forma y Mac podrá en un futuro rediseñar su Macbook Air para entrar en la categoría. (algo que es muy poco probable, si Apple rediseña su máquina, no será por “entrar” en la categoría, sino más bien para excederla, según nos tiene acostumbrados).
Después de esta pregunta, se cambiaron las complacientes exclamaciones de asombro de los colegas, por preguntas más inquisidoras, incluyendo una sobre si estas máquinas no estaban canibalizando a otro segmento de portátiles, o si las tabletas no canibalizarían la recién creada categoría.
La respuesta –políticamente correcta—es que cada dispositivo tiene su nicho, y por lo tanto las ultrabooks encontrarían su propio mercado, sin canibalizar a los demás segmentos. Como ejemplo se citó el caso de los PC de escritorio, que pese a muchas voces agoreras que desean su desaparición, aún siguen vigentes.
Y aunque yo estoy seguro de que eso –a pesar de parecer cierto—esta completamente errado, no habría escrito este post de no haber leído en la noche la segunda parte de un estudio/encuesta realizado entre responsables de adquisición de hardware de empresas en EE.UU. que había empezado a leer ayer y que decía que entre las empresas que iban a comprar tabletas en el próximo año, casi el 80% pensaba en comprar Apple y sólo el 8% pensaba en Samsung, la segunda marca preferida. La segunda parte del estudio, dice que entre las empresas que van a comprar tabletas este año, el 32% la usará para reemplazar un PC. Tal cómo lo leen.
Reemplazar PCs –mayoritariamente con procesadores Intel dentro de ellos—por tabletas Apple –con procesador A5 o A5X de Apple—no suena como algo bueno para la empresa que aún no logra un verdadero éxito en tabletas o teléfonos inteligentes. Y aunque este estudio es sólo referido a empresas, y en el lado de los consumidores Android se comporte mejor que en el lado empresarial, aún la mayoría casi absoluta de procesadores de tabletas seguirán estando basados en arquitectura ARM, y no serán fabricados por Intel.
Y aquí es donde viene a colocación el chiste del principio. Intel lleva años pregonando la movilidad, y ha logrado avances increíbles a lo largo de la historia, con avances icónicos como el procesador centrino, por dar sólo un ejemplo. Pero ¿será que la movilidad esa que tanto ha promovido no se habrá olvidado el trato inicial de comerse sólo a los competidores –en este caso AMD—y más bien está ahora comiéndose parte importante del mercado de Intel?
Que lástima Intel, que a pesar de que seas una de mis empresas de tecnología favoritas, tenga que estar –de nuevo—hablandodeti sobre algo no tan positivo. ¡Extraño aquellos días en que ir a un IDF era como hacer un viaje al futuro! Más bien ahora pareciera que Intel sólo puede predecir una posible versión del mismo. Después de tantos años viviendo según la premisa del Gran Alan Kay, insigne visionario de la computación que dijo: “la mejor manera de predecir el futuro, es inventándolo”, es por demás curioso que Intel se alejara de la premisa de Kay, precisamente en lo que se refiere a un dispositivo que el definió ya en 1972: la tableta (aka Dynabook), tal como se ve en la foto que ilustra este post. Pero ese es un cuento que les echaré en otro momento.