Microsoft liberó recientemente un reporte de inteligencia sobre amenazas en la red y tuve la oportunidad de conversar con Christian Linacre –el Big Boss de seguridad de Microsoft en América Latina—sobre las diferentes amenazas.
La primera cosa que llama la atención es que Brasil y México figuran entre los primeros diez países en número de infecciones. Brasil ocupa el tercer lugar y México un notable noveno lugar.
En Brasil el software dañino representó el 83.8% de todas las amenazas, diseñadas principalmente para el robo de contraseñas de los usuarios de la banca en línea.
Mientras en México abundo el software dañino, que representó el 77% de todas las amenazas en el segundo semestre del 2008. Los gusanos representaron el 28.4% de todas las computadoras infectadas muy por encima del promedio mundial que es sólo el 11.3%.
Linacre destaca que la estrategia de Microsoft para mejorar la seguridad en la Internet –donde se conectan más de un millardo de personas y circulan más de 200 millardos de mensajes diariamente—se basa en tres áreas clave: tecnología, educación de los usuarios y acuerdos con gobiernos y entidades de ley.
Ahora bien, no hay estadísticas exactas acerca de cuantas de estas amenazas afectan a los menores de edad, pero existe una percepción creciente de que cada vez ellos están en un riesgo mayor. Y es allí donde entra Ricky Martin, o mejor dicho su fundación. Y es que en alianza con Microsoft han desarrollado un portal que sirve para informar a padres, maestros y jóvenes acerca de los peligros de la red y cómo evitarlos.
www.navegaprotegido.com es un sitio sencillo que sirve por el momento a 10 países de la región y que cuenta con el apoyo de más de 40 socios de negocios de Microsoft. Tan solo en el 2008 la iniciativa ayudó a más de 15.000 personas a crea ambientes de navegación más seguros. En el sitio los usuarios encuentran consejos, herramientas, cursos en línea y otro tipo de material de apoyo, incluyendo alertas de seguridad.
Contrario a su canción más emblemática, Ricky Martin no invita a los usuarios a que “vivan la vida loca” en la Internet. Sino más bien a que naveguen seguros y que estén hablandodeti cuando naveguen de forma segura.


Hoy mientras escuchaba a alguien hablando del virus del Cornflakes(¡!), con dificultad contenía la risa pensado en todo lo que se había construido acerca de la temible epidemia del Conflicker. Como pocas veces se levantó una expectativa de una crisis de fin de mundo (la última que recuerdo fue la del famoso año 2000 o Y2K). Pero realmente con un poco de sentido común se hubiera podido vaticinar que no debería pasar gran cosa con este ataque. Y es que la época de las grandes epidemias de virus parece haber quedado en el pasado –y sólo revivirá en caso de un ataque terrorista o algo similar.
Así están las cosas en el mundo de TI. Mientras todas las empresas están preocupadas por la crisis, algunas se preocupan por saber si saldrán de ella, mientras que otras se preocupan por saber cómo saldrán.
Al fin llegó el día. Es oficial. Microsoft pone en el ruedo su más reciente versión del navegador Internet Explorer, la 8. Hemos hablado en anteriores oportunidades acerca de sus ventajas, de su mayor apego a los estándares y su seguridad mejorada. Ahora resta medir la reacción del público.
El último anuncio de Google fue el de liberar una nueva tecnología para la colocación de avisos según las páginas que han sido anteriormente visitadas por los usuarios. Esta tecnología, aún en estado experimental, según Google conseguirá que los avisos sean más interesantes para los usuarios. Pero esta exploración de los intereses del usuario debería ser permitida de manera consciente. Y al parecer no será así. Aunque los usuarios podrán desactivar este recurso, estará encendido de manera predeterminada. Y son tantas las consideraciones sobre la privacidad, que amenaza con convertirse en el primer gran fallo de Google.
Si bien me considero un crítico acérrimo –que no enemigo—de Microsoft, hoy asistí a una teleconferencia de seguridad (ya es la segunda en la que participo) que me ayudó a aclarar algunas dudas de seguridad respecto al flamante Internet Explorer 8.