El verdadero dilema de la red se está desarrollando ahora.
Internet se basa en el intercambio libre de información. Ese es, fue y será el espíritu de la red. Pero eso no implica que TODA la información deba ser compartida, algo que algunos anarquistas han dado por hecho. Si fuera así, todos sus correos electrónicos deberían ser accesibles a los buscadores…¿Estaría usted de acuerdo con ello? Probablemente no.
Por otro lado hay industrias, como la de la música y la del cine que no terminan de entender que sus modelos de negocios pertenecen a otra época, a una que ya casi no existe.
Anarquistas y conservadores que defienden un modelo de negocios caduco, no son una buena combinación. Las grande productoras de Hollywood y los grandes sellos musicales jugaron su carta más grande. Presionaron al gobiernos de EE.UU., le torcieron la mano a los congresantes más conspicuos –algunos que ni siquiera son capaces de entender como funciona Internet—y lanzaron sus armas: dos leyes mal redactadas –“mal pensadas” como dijo Zuckerberg—y tropezaron con la voluntad del pueblo. Algo muy malo en un año electoral. Obama no apoyo dichas leyes y de seguro que su campaña de recaudación de fondos no será tan buena como antes, ya que estas industrias dejarán de apoyarlo –algo muy riesgoso en caso de que Obama repita en la Casa Blanca.
De todos modos, sin nuevas leyes encima, las industrias lograron convencer a las autoridades a proceder contra MegaUpload. La conexión fue incluso internacional. Y por momento pareció que ese movimiento rápido dejaba atónitos a los opositores de SOPA y PIPA. No existieron avisos previos para a empresa y se irrespeto la propiedad privada de muchos usuarios que guardaban archivos propios en los servidores de MegaUpload.
Pero Anonymous respondió y muchos temieron un colapso mayor. Lo cierto es que los ataques de Anonymous, poco bien le hacen a la Internet, ya que sirven de excusa para que cada vez hayan mas gobiernos buscando formas de regular la Internet. Pero para muchas personas estos ataques –al FBI, Departamento de Justicia, varias disqueras y productoras cinematográficas—son la única justicia que se puede esperar.
Sin embargo si hay alternativas. Las protestas encabezadas por Wikipedia y Google, apoyada por Facebook y Twitter, lograron demostrar que existe un factor de poder que hay que tomar en cuenta: los usuarios—y creyentes—de la Internet. En una suerte de primavera digital –como la primavera árabe o jazmín—los congresantes de EE.UU. se dieron cuenta de esto. Obama, que ya usó esto a su favor en su primera campaña, tendrá aquí una oportunidad para maximizar sus probabilidades de ser re-electo. Otros países deberán tomar en cuenta esto al momento de querer censurar la Internet. El Reino Unido lo vivió el año pasado: la mayor amenaza a la paz del reino, desde la segunda guerra mundial, se basó en cadenas de twitter y Blackberry Messenger
Las enseñazas del caso MegaUpload son muchas, pero me gustaría destacar dos.
La primera es el poder de la gente conectada. Basta sólo con reflexionar con lo dicho meas arriba.
La segunda es que la verdadera amenaza de las industrias como las del cine o la música, son los modelos de negocios anticuados. Jobs y Apple lo han demostrado con la tienda iTunes y su oferta de software, programas de TV, películas y música. Si se pueden lograr nuevos modelos de negocio, y que representen una oportunidad enorme.
Así que querido lector, la próxima vez que sientas miedo de que algún gobierno o ente pueda acabar con la Internet, y pienses quién puede evitarlo, quiero que estés cosnciente de que realmente estás hablandodeti.
La verdad es que las industrias discográficas son muy poderosas y ganan mucho más que los cantantes y autores, se merecen que la Internet acabe con ellos. ¡Felicitaciones por atreverse a decirlo!