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En la edad Media, los cambios de monarca eran precedidos por un anuncio en las plazas que decían “El rey ha muerto, Que viva el [nuevo] Rey”. Hoy estamos ante algo parecido. Microsoft se reinventa, quizás por sexta u octava vez desde que Ballmer está al mando. Gates vió lo que venía y prefirió irse antes. La era del PC pasó, como sentenció su nemesis Steve Jobs, y la empresa líder del mundo de la tecnología, Microsoft, seguía basando su éxito en las PC, y al Steve que salía –en esta historia hay tres Steve: Gates, Jobs y Ballmer—no le provocaba empezar a luchar de nuevo por cimentar un liderazgo en un nuevo mercado, desconocido para ese entonces. Ballmer tomo el testigo, seguro de que se trataba de un entuerto que con su “carisma” y gran dedicación podría solventar. Gates se fue y no esperó a que le pasara lo que a Otellini –el de Intel, que fue sacado por la puerta trasera por no poder reaccionar al cambio.

Hace unos años conversaba yo con Grady Booch, en unos minutos que me concedió para una entrevista. El salón estaba lleno de atorrantes que no sabían ni que preguntarle. Booch es uno de los padres de la prgramación orientada a objetos, es uno de los principlaes followers de IBM, y es tremendamente reconocido en el mundo del software. Yo dejé, como siempre hago, que pasaran las primeras preguntas sin sentido y después, con algo de arrogancia, le espeté una pregunta para atraer su atención: le pregunté sobre los dos tipos de computación que según yo creía existían para el momento, la intensiva y la paralelizable. Pero allí mismo el me devolvió al terreno de la humildad, al contestarme que no eran dos , sino más bien tres los tipos de cómputo, que me olvidaba del cómputo de dispositivos embebidos, es decir de la movilidad. Yo de inmediato entendí lo que decía y mi respeto hacia el creció de inmediato. Me estaba saltando la revolución más importante de lo que va de siglo, la de la movilidad. Ahora bien, yo no era el único equivocado. Cientos de personas quizás, en los niveles ejecutivos de Microsoft e Intel, siguen aún sin darse cuenta de esto. Y estoy seguro que hay miles más en otras empresas.

Hoy discutía con un gran amigo de la Universidad, que está trabajando desde hace años en arquitecturas de chips, y que recientemente llegó a Intel, dada su experiencia en chips móviles. Y la conclusión era la misma: adentro de la organización todos saben que movilidad es la tendencia más importante, pero no por ello logran cambiarse el chip –nunca más literalmente dicha esta frase—para pensar de manera adecuada.

El enfoque de fuerza bruta, de reducir los chips o lanzar nuevos sistemas, no son suficientes. Empresas más pequeñas y ágiles, Apple y ARM por nombrar dos, han sabido responder mejor que estos dos gigantes, que estoy seguro que entre ambas podrían crear un pequeño país sólo con sus ingenieros.

Soy optimista con ambas empresas. Microsoft, que es el tema de este post y que ganó en el 2012 más de US$6.000 millones, se definió hoy como una empresa enfocada en promover tres productos: dispositivos móviles, su consola de juegos Xbox y los servicios empresariales. Para esto se reorganizó en ocho unidades de negocios, y muchos de sus ejecutivos mayores cambiaron sus responsabilidades. Así todos los Windows dependerán de una sola división, y todos los productos para empresas de otra, por dar dos ejemplos ilustrativos del cambio.

Y hace bien en reorganizarse. Estadísticas recientes de IDC indican que la supremacia de Windows está en riesgo a manos de su archienemigo Apple, y para el 2015 se venderán más dispositivos con sistemas de la manzanita que con versiones de Windows. Por si fuera poco el problema, Android superará a ambos sistemas en número de dispositivos vendidos, este mismo año o a mas tardar el próximo. Microsoft será siempre un jugador importante del mercado, pero ya no será el más importante, y la empresa debe aprender a vivir con eso, al menos por un rato.

Pero hay unidades de Microsoft que lo están haciendo muy bien y que sorpresivamente para algunos le han expandido mercados a Microsoft. Xbox es uno de estos productos mágicos, y pese al tropiezo de este año, al anunciar restricciones para la venta de juegos usados en la próxima generación de consola, algo de lo que tuvieron que retractarse, el Xbox One de seguro dará una buena pelea en el mercado y podría incluso adueñarse del mercado si se comporta como su predecesor. Office también ha tenido un desempeño brillante, y a Windows Server tampoco le ha ido nada mal, pese a los embates de Linux.

Me alegra que me haya tocado estar hablandodeti hoy, querida Microsoft, ya que es una de las empresas que mas he seguido en mi carrera y estoy seguro de que se abren nuevas oportunidades con esta reestructuración, que espero sea ya la definitiva, al menos por un buen tiempo.