Categoría: general

  • Monte su empresa en la ola del web 2.0

    Monte su empresa en la ola del web 2.0

    En la semana pasada Dom Segolla –uno de los fundadores de Twitter—nos decía en Caracas que las Redes Sociales son tan recientes que nadie puede declararse un experto en las mismas, inclusive él. Y yo estoy de acuerdo en un 100%.
    Sin embargo el arte de la comunicación corporativa –o debería decir ciencia—si cuenta con expertos y normas que le pueden servir de mucho. La verdad me asombra que muchas personas no se den cuenta de que al fin y al cabo se trata de comunicación corporativa –sin importar el medio en que se realice– e intenten llevar a sus empresas a la web 2.0 de manera improvisada.
    Aquí les van algunos de esos principios que he (re)descubierto en el medio de largas conversas con algunos colegas en especial con Luis Indriago (@lindriago,) con el que he venido formando un piso teórico al respecto.
    1. En las redes sociales –aún más que en otros medios—es clave que los mensajes estén bien formados. La estructura Sujeto-Verbo-Predicado, aún en 140 caracteres, es imprescindible si quiere que sus mensajes logren el efecto deseado.
    2. Todas las convenciones de la comunicación corporativa tradicional se aplican en las redes sociales. Esto es cierto aunque sea necesario adaptarlas ligeramente para estos nuevos medios, y aunque haya que incorporar nuevas reglas que las complementen.
    3. Hay que saber que se quiere lograr con las redes sociales. Así como al momento de trazar una estrategia de ir a la TV, la empresa debe tener un plan comunicacional establecido, no se puede ir a las redes sociales “sólo por estar allí.” Más bien es necesario contar con objetivos trazados que permitan mantener una coherencia en el accionar comunicacional.
    4. Desconfíe de los usuarios que basados en su éxito individual pretenden llevar a usted y su empresa a las redes sociales. Es el síndrome típico de “tengo un sobrino que es un genio en Facebook, tiene amigos hasta en la China…creo que podría ayudarte.” El simple conocimiento de la herramienta, sin tener en cuenta los principios de comunicación corporativa, pueden hacerle más daño a su empresa que bien.
    5. Tal como dice Segolla no hay expertos en esta materia, así que sopese bien los puntos anteriores y emprenda nuevos proyectos en redes sociales y vaya aprendiendo por el camino. Al menos tener en cuenta los puntos anteriores le evitará numerosos fracasos y verá que no es tan difícil lograr que la gente esté hablandodeti y de tu empresa en las redes sociales

  • Hablandodeti: más de 500.000 páginas servidas

    Hablandodeti: más de 500.000 páginas servidas

    Este post lo motiva la emoción de haber superado la barrera de las 500.000 páginas servidas en hablandodeti.com, y eso es sin contar los cientos de personas que me leen desde el facebook.

    Si de revistas impresas se tratara –a razón de unas 128 páginas por revista, el equivalente a 8 pliegos—hablaríamos de una pila de 3924 revistas –totalmente llenas de contenido y sin publicidad—lo que en metros sería una columna de aproximadamente unos 23,55 mts de altura.

    Para no extenderme mucho les dejo un gráfico que me hace sentir orgulloso: el de las visitas mensuales. Se ve claramente una evolución en el numero de visitas que está en un promedio cercano a las 1500 diarias

    A todos ustedes, que me leen, me comentan, me retwittean y especialmente me aprecian, mis más sentidas gracias, ya que no podría estar hablandodeti, si ustedes no estuvieran del otro lado oyéndome.

  • Tecnología en pocas palabras: Se solicita motorizado con moto propia y muchacha de buena presencia

    Tecnología en pocas palabras: Se solicita motorizado con moto propia y muchacha de buena presencia

    Ayer mientras esperaba mi vuelo para Caracas, estaba en el Admirals Club de Miami, cuando una señora que vino a sentarse a mi lado, me levanto conversación. Estaba acompañada de su señora madre y ambas eran bastante simpáticas. En la conversación salió la ya clásica pregunta de a que me dedico, a lo que conteste de una, soy ingeniero, pero me desempeño cómo periodista de tecnología, y escribo básicamente de tecnología de negocios. Pero la segunda pregunta, la de que hacia en el aeropuerto fue un poco más complicada, ya que al explicarle que venía de un evento de HP sobre servidores –donde anunciaron nuevos modelos de servidores tipo blade de misión crítica– se empezó a complicar todo.

    La más joven mostró cierta comprensión a la respuesta –quizás para evitar más explicaciones incomprensibles– pero su madre, con poco más de 70 años encima, no se conformó con eso y me preguntó que de qué se trataba. Así iba yo, poniendo a prueba mis capacidades didácticas, para explicarle a una señora –de la que desconocía su nivel de instrucción—algo tan complicado como lo es la computación en nubes, la inteligencia de negocios y mucho más.

    Cuando empecé a profundizar un poco, ella me atajó pidiéndome –o mejor dicho exigiéndome—una explicación más clara y que tuviera en cuenta que ella se quedó en las empresas de los años 70 y 80.

    Y allí, al pensar en esa etapa –la primera de mi vida de la que guardo memoria—me di cuenta de que no hemos cambiado tanto. En aquella época se hizo popular en mi país que las empresas colocaran carteles del estilo: Se necesita motorizado con moto propia y muchacha de buena presencia. De hecho, hasta se llegó a filmar una película con ese nombre. Pero lo más básico de la tecnología actual para negocios, ya estaba allí. La se˜õra no tuvo problemas en entender lo que era la nube, al utilizar el ejemplo del motorizado con moto propia, al que se le pagaba única y exclusivamente por servicios realizados, ya fuera en base a cada trabajo o a una relación de las diligencias resueltas. Eso es lo que las empresas llaman hoy día SOA. Y si además la empresa era medianamente grande, de seguro contaba con un grupo de estos motorizados. Así cuando un ejecutivo deseba mandar una factura, se la daba al secretario, el cuál ofrecía a los motorizados que llevarán el envío y alguno terminaba realizando el trabajo. En algunas épocas del años podían haber más motorizados si se atendía alguna necesidad estacional, en otras épocas, la plantilla se reducía al mínimo, según fuera la actividad. Sin saberlo, la empresa, aprovechando la arquitectura orientada a servicios o SOA, contaba con una nube de motorizados que equivale a las nubes de cómputo de las empresas actuales.

    Lo de la chica de buena presencia, por su parte, se explica solo. ¿A qué empresa no le gusta ofrecer una presencia agradable de cara a sus clientes? Ya sea un linda recepcionista a la entrada del edificio, o un buen portal web, en ambos casos la primera impresión es fundamental.

    El ejercicio con esta señora, me acaba de dar una metáfora poderosa para usar en cursos y conversaciones. Verán entonces, como hasta al hablar de profesiones en un aeropuerto, la gente puede estar hablandodeti sin proponérselo.

  • De los vasos de cartón y el hilo, al teléfono de Bell: segundo aniversario de hablandodeti

    De los vasos de cartón y el hilo, al teléfono de Bell: segundo aniversario de hablandodeti

    De niños de seguro hicieron esos teléfonos con vasos de cartón unidos por un hilo, y que nos maravillaban por su sencillez y funcionamiento. Yo también. Pero al crecer me enfrente a los teléfonos de verdad, esos aparatos, generalmente negros o grises, con un disco con agujeros, que había que girar para realizar las llamadas. Poco después siguieron los que sustituían, de manera un poco burda, los discos por botones en una placa circular, para recodar el disco que estaban reemplazando.

    Por supuesto después llegarían inalámbricos, celulares, computadoras y softphones, pero me quiero detener antes de eso. Y es que la imagen de la conversión del teléfono de vasito, hasta el alámbrico de los 80, es la imagen perfecta que requiero para este segundo aniversario de hablandodeti (que se cumple hoy 24 de Mayo)

    Van ya dos años desde que decidí empezar este blog en serio. El proyecto había estado retrasado por un tiempo, ya que la idea original era hacerlo con unos amigos que tienen sus puntos de vista muy interesantes sobre la tecnología, y hacer todos los post como un diálogo entre nosotros, algo que hoy día me doy cuenta que no es fácil.

    Así, la noche antes del cumpleaños de mi madre me dedique a terminar lo que había comenzado hace mucho. Monte la plantilla que quería, hice algunos ajustes, registre el nombre y arranqué. No hizo falta tanto como pensaba, y no dolió.

    Desde entonces he servido mas de 450.000 páginas, he logrado llegar a montones de personas, me visitan más de mil quinientas personas a diario y me he convertido –a la fuerza—en un experto en blogs y vida 2.0

    Aquí he hablado de las cosas mas variadas. De la abuelita que venció a la computadora, a la joven que venció a la muerte en su blog. De amigos que no están y de amigos que están a mi lado. De tecnología pura y de mis opiniones al respecto.

    Pero quizás el mayor orgullo que siento, después de saber que ustedes me leen, es el poder sentarme – cuando voy a un evento—en el lugar que dice bloggers, uno de los más apreciados en este momento. Eso implica mucho. También espero sentarme tranquilamente –en un futuro—en aquellos lugares que dicen estar reservados para analistas, pero aún me falta lograr meritos suficientes para hacerlo.

    Siento que hablandodeti ha pasado de ser ese teléfono compuesto de vasos e hilos que fue en un principio, para cambiar y ser uno de esos teléfonos de principios de los 80, que aun con sus problemitas, era una maquina fantástica de comunicación. Pero espero que dentro de dos años me pueda atrever a repetir esta comparación y pueda usar como símil un celular inteligente de última generación – o mejor aun, un iPad con 3G y skype.

    Desde hablandodeti, extiendo mi mas sincero agradecimiento a ustedes los que me leen, por que sin su presencia, nada de esto tendría sentido.

  • ¿Y si pudiéramos cambiar el mundo usando software de negocios?



    Realmente he de reconocer que la época en que los eventos de tecnología eran aburridos –con la única excepción del MacWorld o de las fiestas asociadas a los mismos—ha pasado ya de moda. A muchos de los eventos a los que asisto –tanto en mi país como en otros— les han añadido toques de diversión que rompen la monotonía y alejan el sueño que a veces producen los acrónimos técnicos.

    Pero en el recién culminado Impact 2010 de IBM, esta empresa logró crear una atmósfera muy interesante con un video muy social basado en la frase: “Y si pudiéramos cambiar el mundo.” El video creo el ambiente necesario para que el público asistente se abriera a los conceptos que se les querían comunicar, sin necesidad de hablar de tecnología.

    Esa frase esconde tras de sí uno de los conceptos clave del software de negocios: la agilidad. Generar una solución para un problema, tomando piezas que están disponibles, y usándolas sólo cuidando se debe, es como el máximo axioma detrás de esta frase, y eso no es mas nada que SOA –arquitectura orientada a servicios según sus siglas en inglés.

    El negocio de WebSphere –la marca detrás de todo el mundo de software de negocios de IBM, con la excepción de Lotus—es tan grande que resulta difícil de explicar para los mismos voceros de la empresa, que a veces piensan que sus interlocutores conocen el alcance. Pero detrás de toda esta plataforma hay una meta-visión que es la búsqueda de un planeta inteligente, lo que implica llevar servicios de TI a todos los procesos de negocios y vida, y para hacer esto, de manera adecuada está SOA, que permite transformar el negocio, al tener que pensarlo en base a los procesos que lo constituyen, y no a las prácticas acostumbradas. El reciclado de procesos, y la utilización bajo demanda de recursos computacionales, complementan esta idea para hacerla óptima en su implementación.

    Nancy Pearson, vice presidente de mercadeo de BPM, SOA y WebSphere de IBM llamó la atención de como la tecnología presente en todos lados puede ayudar a resolver problemas globales y genera “agilidad” en las organizaciones, algo necesario para sobrevivir a los ambientes competitivos actuales. Otro vocero aseguraba que IBM ha realizado más de 20.000 implementaciones en clientes de arquitectura SOA, para apoyar diversas iniciativas, que van desde nubes de cómputo hasta Inteligencia de negocios automática. Pero lo más importante no son las soluciones implementadas, sino la flexibilidad lograda en esas organizaciones para incorporar más soluciones, si así lo requieren, usando la misma plataforma.

    El fin último de IBM es lograr instancias inteligentes en todos los lugares posibles, para aumentar la eficiencia, reducir los costos, mejorar la productividad de las empresas, y dotar de marcos de desarrollo de iniciativas a las más diversas industrias, para ayudarles a alcanzar este desarrollo de una manera sencilla. Inclusive en las últimas semanas anunciaron un marco de desarrollo para “Gobiernos Inteligentes” que les permita a los gobiernos adoptar y adaptar tecnologías de manera de que puedan compartir datos, y trabajar de manera más eficiente.

    De algo estoy seguro. Sí se puede cambiar el mundo, haciendo bien lo que se debe hacer. Es por eso que estoy seguro que en algún grado, hablandodeti está también cambiando el mundo para mejor, un post a la vez. (#ibmimpact)

  • Conjuntivitis tecnológica, la gran revelación del iPad.

    Conjuntivitis tecnológica, la gran revelación del iPad.

    Llevo un poco más de una semana fuera del aire por culpa de una conjuntivitis adquirida en aras de terminar una gran cantidad de trabajo pendiente en menos tiempo del necesario. Para mi, que cuento con una degeneración de la cornea conocida como Keratocono, que me imposibilita usar lentes convencionales, ha sido una semana de oscurantismo casi total.

    Y digo casi total, por que forzando la vista, podía ver un poco de las cosas que quería. Así revise mis emails más importantes, contesté varios de ellos y hasta hoy me he atrevido a escribir este post. Pero eran esfuerzos consientes, a propósito. Yo veía lo que quería ver. Y ¡oh sorpresa! Me di cuenta de que esa era la respuesta a algo que me inquietaba en esta semana. Recapitulemos.

    Hace una semana, de viaje en Las Vegas, para un evento de IBM sobre software para negocios y del cual les debo una interesante crónica (#ibmimpact), tropecé con un muy buen grupo de amigos periodistas. Uno de ellos venía con la decisión tomada de comprar un iPad –lástima no le ganamos a los casinos, porque hubiéramos comprado docenas, según el plan original. Al mostrarles el iPad a los demás se generó una reacción en cadena que hizo que otro más se lo comprará –junto a un Macbook– y un tercero lo intentará aunque sin éxito –se acabó la existencia. En el ínterin yo, admirador declarado de Apple, probé uno y lo halle sorprendentemente rápido, pero un poco pesado y preferí esperar. Ellos, usuarios de PC en su mayoría corrieron a comprarlo.

    La anécdota se completó cuando uno de los dos “IBM guys” que estábamos entrevistando durante un almuerzo –les juro que no fue mi idea, el almuerzo es y deberá ser siempre sagrado– declaró haberse comprado un iPad y generado una estampida de compradores entre sus colegas, mientras que su compañero todavía preguntaba para que servía , que si pensaba que podía reemplazar su notebook, y otras cosas por el estilo.

    Les confieso que ver esa discusión entre IBMers me sorprendió un poco, y me dejo algo intranquilo –recuerden que IBM es la empresa que más patentes registra cada año, al tiempo que tiene una de las culturas corporativas más marcadas de la industria—pero hoy recién lo entendí.

    Se trata de una conjuntivitis tecnológica. No se tiene el tiempo, poder, capacidad o como lo llamen para ver el potencial de todo lo que pasa por delante, y –como yo con mi conjuntivitis– se debe realizar un esfuerzo consciente para querer ver lo que hay en un dispositivo como ese. Y nos pasa a todos, no sólo a los que menciono en esta historia. Es la misma conjuntivitis que me alejo de twitter unos meses después de crear mi cuenta. O la misma que me hizo tomar más de un año para arrancar hablandodeti.com esperando que otros me acompañaran en esta tarea.

    Es una conjuntivitis que no se cura con dosis de tobramicina, pero sí con un poco de apertura tecnológica –¿o será mental?

    En fín, espero que mañana el doctor me levante el castigo y me permita al menos colocarme uno de mis lentes, para poder seguir viendo el mundo sin limitaciones, y poder estar entonces hablandodeti.