En el mundo de la telefonía hay cuatro grandes mercados, que pueden solaparse a veces, pero en su mayoría son independientes.
El primero de estos mercados es el de los teléfonos inteligentes aspiracionales, en donde Apple cuenta con aproximadamente el 80% de la preferencia –sólo en pocos países como mi Venezuela querida, el iPhone no es el teléfono que todos quieren. Aquí todos quieren competir con Apple, y generalmente se equivocan. Sólo algunas marcas nicho, como SonyEricsson, pueden pelear en este mercado y conformarse con obtener una pequeña porción.
La segunda categoría, la de los teléfonos inteligentes-que-no-son-iPhones, es donde se lleva a cabo una guerra a muerte. Esta categoría que fue propiedad de Motorola y Nokia en su momento, cuenta con grandes competidores asiáticos, y es sin duda la coreana Samsung la que está marcando el paso. Con un sistema operativo propio y soporte para otros, Samsung quiere sobrepasar a Nokia como fabricante de teléfonos en los próximos tres años, y lo está haciendo muy bien. Otras marcas cierran filas para que un sistema operativo –mas no una marca—domine este terreno. Android, un sistema abierto, asume el reto de enfrentarse a los gigantes –léase Apple, Rim-Blackberry y Nokia-Symbian—y lo está logrando muy bien. Pero sin embargo lo hace bajo su propio nombre, se trata de un sistema operativo contra otras marcas, no es una pelea igual y los soldados que la libran –HTC, Motorola, SonyEricsson, LG, Archos y hasta el mismo Samsung entre otros—sólo obtendrán la satisfacción de decir que estaban en el lado ganador desde un principio –aunque sea una verdad a medias—y les tocará enfrentarse entre sí para dividir el terreno conquistado.
La tercera categoría, la de los teléfonos inteligentes para uso corporativo, aún tiene a Blackberry de rey, pese a los esfuerzos de Microsoft y otros. Aquí la gente de Redmond tiene un buen asidero para aumentar su presencia, pero tienen que lograr bajar los precios de sus teléfonos con Windows Phone 7 a la mitad, algo para lo que dependen de Qualcomm, ya que está empresa fabrica el chipset de dichos teléfonos. Mientras tanto la inmensa comunidad de usuarios de Blackberry Messenger, pesa demasiado a favor de la gente de RIM.
Por último, en el mercado masivo, Samsung cuenta con algunas ventajas al proveer teléfonos casi inteligentes que funcionan con CPUs de bajo consumo y rendimiento. Sine embargo los fabricantes chinos aquí cuentan con una enorme ventaja al producir por millones cualquier modelo que quieran.
Sin importar que teléfono tengas, algo si es seguro querido lector, con él estarán hablandodeti la mayoría del tiempo.