Etiqueta: periodismo

  • #PARAEL2016QUIERO…

    #PARAEL2016QUIERO…

    Es para mi una tradición escribir este post a finales del año, reuniendo mis tweets que durante el último día del año publico. Sin embargo este año reduciré mis peticiones, pero estás serán más densas y difíciles de lograr, pero bien vale la pena gritarlas al mundo

    Este año mi país ha “sufrido” uno de sus peores años y aunque yo trabajo más para la región andina –e Iberoamérica completa si se quiere— he logrado darme cuenta que lo que le pasa a Venezuela no es distinto a lo que ocurre en otras geografías cercanas, pero bastante más intenso, al menos en los puntos que quiero tratar aquí.

    #PARAEL2016QUIERO… un nuevo formato de comunicación

    La prensa está muriendo, al menos tal como la conocemos. Los grandes periódicos en todo el mundo reducen sus redacciones al mínimo y contratan servicios internacionales. Las revistas especializadas mueren por falta de anuncios y las empresas –gracias a una mezcla de inocencia y avaricia—piensan que en las redes sociales, y gracias a cuatro o cinco influenciadotes, obtendrán todo gratis. Lo que se viene si esto no cambia es bastante tétrico. Un flamante “club de ejecutivos TI” que ha surgido últimamente y unos pocos –mal llamados—medios digitales presagian el futuro. Las empresas que hoy no gastan ni en un banner para mantener medios profesionales, con periodistas especializados, con trayectoria y ética de trabajo, terminan pagando decenas de miles de dólares al año para llegar al mismo público que llegarían si apoyan a los medios “serios” que hoy olvidan. Recientemente, por dar un ejemplo, una empresa que no ha hecho nada por los medios, se gastó una pequeña fortuna en una cena para “la fuente” pero nunca tiene dinero para apoyar iniciativas serias. Por supuesto los periodistas, comunicadores y demás especies tampoco podemos esperar que los ejecutivos de marketing tengan una “epifanía” y por eso hay que trabajar en crear nuevos formatos

    #PARAEL2016QUIERO… menos “amigos” y “favores” y más reconocimientos

    Cuando el poco presupuesto que queda en mercadeo y comunicación, se termina dirigiendo a los amigos, o cuando los “amigos” (así entre comillas) abusan de los amigos para cumplir sus metas de PR o intereses particulares. Varias experiencias importantes me llevan a poner esto en mi lista, pero la gravedad de lo que vi, me enseño un nivel de ética muy baja, que nunca me imaginé dentro de estos casi 20 años de ejercicio. Empresas que se confabulan con sus agencias de PR para engañar a la fuente entera y colegas en PR que amenzan/convencen/atemorizan a otros colegas en otros países para que aíslen a los periodistas de un país por conveniencia personal fueron las peores experiencias. Pero también del lado de los colegas descubrí acciones muy negativas realizadas sobre los PR, para presionarlos a realizar decisiones que los favorezcan. Pero todo esto tendría una fácil solución: valorar a cada quien por lo que vale realmente, determinar públicos, influencia e imagen de cada comunicador y usar esto, y nada más, como medidor para tomar decisiones.

    #PARAEL2016QUIERO… más y mejor información

    Parece mentira, pero este año, al menos en mi país, me ha tocado ver como el servicio de las agencias de PR se diluía. Por supuesto hay excepciones a la regla, pero muy pocas. Pasantes con muy poca experiencia se encargan de marcas de nivel mundial y las dejan muy mal paradas. Un episodio me ocurrió con una marca de las que yo conozco muy bien, como pocos en la región latinoamericana. Una entrevista ofrecida por la agencia se programó y reprogramó no menos de diez veces, y a pesar de ser algo no solicitado –lo cuál tampoco me hace mucha gracia—busqué darle oportunidad y cabida dentro de los medios donde escribo. Al día de hoy, la entrevista jamás se dio, la culpa según la PR fue de la marca “que es muy complicada y jod….” y “aún no hemos podido comprenderla…” y hasta el jefe de la práctica no se mostró asombrado de que eso pasara. Mientras tanto, comunicados de prensa van y vienen y mucho me asombraría que reporten alguna vez las oportunidades perdidas. (Cómo referencia, antes de que la agencia tomara la representación d ela marca, en menos de dos semanas –en el peor de los casos—yo sabía si una entrevista se daba o no). Pero vuelvo y recuerdo, este es sólo uno de los ejemplos más notables, pero para nada es el único, ya que la situación ocurre con muchas otras marcas.

    #PARAEL2016QUIERO… realizar más actividades 2.0

    No todo fue malo este año. Realicé muchas actividades, viajé mucho, realicé entrevistas importantes y especialmente hice algunos experimentos en lo que llamamos el mundo 2.0 que me divirtieron mucho y me exigieron poco, pero no por ser hechos sin método, sino porque el esfuerzo de tantos años aglutinando una estructura 2.0 alrededor de mi marca personal y la de mis sitios web, dio sus frutos. Uno de los últimos eventos resultó interesante por los número logrados: llegamos a un reach de casi 4 millones con un tema “pesado” de tecnología en banca, pero otros eventos fueron más movidos –y menos medidos– realizando actividades 2.0 desde eventos físicos de las marcas que me invitaron, con muy buenos resltados de participación. Igualmente inventos agradables como mi site para consumidores (pardegeeks.com) o asesorías para varias empresas y personas en redes sociales, completaron un muy interesante año

     

    Por último #PARAEL2016QUIERO… que todos mis lectores tengan un gran año

    Que puedan comprarse todos los gadgets que quieran, que tengan la salud para disfrutarlos, las oportunidades para crecer y por supuesto, que me sigan leyendo y apreciando, especialmente en este blog, mi preferido, al que he tenido si se quiere, un poco abandonado este año mientras realizaba tantas otras cosas –de algo hay que vivir—pero del que nunca me olvido y regreso a el siempre que puedo, porque en realidad a mi siempre me encante escribir de tecnología y estar hablandodeti querido lector. Un muy feliz año 2016 a todos…

     

  • El deber del periodista o el día que IBM regale mainframes en sus ruedas de prensa

    El deber del periodista o el día que IBM regale mainframes en sus ruedas de prensa

    Antes de comenzar debo de confesar que mi afición por los títulos dobles en los posts es un mal heredado de la infancia, donde las caricaturas como Rockie y Bullwinkle siempre tenían dos títulos para sus episodios. Y a veces la vida me pone a escribir sobre situaciones que para mi merecen dos y hasta más títulos.

    En estos días que la actividad de ruedas de prensa en tecnología en Venezuela ha estado movida, y tocó en suerte que dos empresas rivales lanzaron dispositivos que compiten entre sí, con apenas un día de diferencia. Ambos eventos fueron ambiciosos, incluyendo un gran performance artístico cada una. En un caso tanto el clima como la locación resultaron excelentes y en el otro, la lluvia y algunos problemitas de logística dificultaron el inicio, pero una vez que arrancó, creo que todo salió como querían.

    En el primero de ellos no pude twittear pues me había quedado sin batería en mi celular, y en el otro si pude hacerlo normalmente. Pero son varias las personas que se han acercado a mi para comentarme lo desafortunado de uno de los eventos –el segundo—y calificarlo como casi un fiasco sin haber estado presentes. La fuente de la información fueron los tweets de algunos invitados. Ahora bien, la tecnología demostrada en ambos casos es impresionante: se trata de televisores con capacidades 3D. Y sobre la tecnología no he recibido aún preguntas, mientras que sobre los eventos en sí, son varias las aseveraciones que he escuchado. Y aunque por un momento estuve por entrar en esa diatriba, inmediatamente recapacité y me di cuenta que no soy un periodista de eventos sociales, sino más bien de tecnología, y que si un dispositivo se presenta en Nueva York entre candilejas, como hizo HP esta semana, no es más importante que uno que presente una marca local, en una sencilla rueda de prensa. Esto es algo que todos en la fuente debemos tener claro –y creo que es así.

    Pero ¿por qué entonces el ensañamiento contra un evento y no contra el otro? La respuesta es sencilla: se trata de una experiencia personal. Algunos quizás piensan que se merecen una atención mas VIP. A otros les fastidia oír a Los amigos Invisibles –la banda que tocó esa noche—y otros más le echaran la culpa a la lluvia o a los pocos pastelitos y whiskeys que llegaron en medio de la gente. Quizás un nutrido grupo añada al descontento que una marca no rifó TVs y que no tuvieron oportunidad de ganarse tan codiciado premio, mientras que la otra si.

    Ahora bien, y aquí es donde viene lo álgido… ¿a cuantos lectores les interesará que en la fiesta no me dieron suficientes pastelitos? ¿Serán más o menos que los lectores a los que les pueda decir que la imagen del TV LG se ve mejor, aunque me parece que las plataformas de Sony y Samsung son más completas para soportar 3D? Creo que es para reflexionar sobre el deber que tenemos como periodistas, por que quizás el evento en si pueda ser noticia, pero de seguro que quienes nos siguen constantemente en las diferentes dimensiones en las que estamos –prensa, radio, TV, twitter, blogs, etc—lo hacen por conocer nuestros puntos de vista sobre tecnología.

    ¿Y si el punto no es la atención, sino el no haber contado con la rifa? Allí es donde aplica el segundo título del post, y es cuando en hablandodeti.com dejaremos de asistir a las convocatorias de IBM: en cuanto ellos empiecen a rifar mainframes en sus ruedas de prensa. Por que… ¿yo donde podría colocar un mainframe en mi casa?

  • 16 de Agosto de 2024*

    16 de Agosto de 2024*

    Hoy es mi cumpleaños número 55, algo que me tiene muy feliz. Apenas pasada la medianoche entré en el Neighborbook –la aplicación local que sustituyo a Facebook hace ya algunos años—para ver y escuchar las felicitaciones de los amigos, casi todas en 3D. Incluso he recibido felicitaciones de un centenar de personas que no recuerdo conocer.

    Hoy decidí darme licencia, y no actualizaré mis videos en hablandodeti.media – y pensar que van ya quince años desde que eliminaron los anteriores top-level, como puntocom, para sustituirlos por una cantidad mas amplia de dominios con varias letras: .blog, .business, .corporate, etc.

    Haciendo memoria sobre estos fructíferos años quizás lo que mas echo de menos es la existencia de medios especializados, los que desaparecieron por completo tras la crisis del 2015, donde algunos “genios” decidieron “echar el resto” y terminar de eliminar los presupuestos de publicidad. El resultado fueron unos pocos medios que sobrevivieron, robando información de donde pueden y aglomerándola en un sólo sitio –las revistas se dejaron de imprimir en el 2020, pero desde antes sufrieron un gran impacto. La desaparición de la radio –al menos como las conocíamos en el ya lejano 2010—ocurrió poco después, y hubiera sido total de no ser por el surgimiento de los sistemas de radio por suscripción. Pero aún en estos sistemas, los programas de opinión son escasos.

    Pero lo peor es que todos los periodistas – o al menos la gran mayoría—han tenido que incorporarse a las empresas que anteriormente eran sus fuentes. Allí los gigantescos departamentos de Marketing social –o marketing, a secas—no hacen sino quejarse de que el trabajo ya no es tan fácil como antes. El empoderamiento de los usuarios, y la eliminación de los medios, los dejaron al descubierto. Los influenciadores de oficio –incluso algunos graduados en universidades—son también presas de los caprichos de los recién llegados que buscan construir su reputación en base a destruir a los demás. De hecho algunas empresas, ante la imposibilidad de controlar este caos, han empezado a cerrar sus departamentos de mercadeo, y sus ejecutivos están optando por hablar directamente con sus clientes, eliminando una costosa estructura.

    Cada día se incorporan cientos de usuarios a las redes de las compañías y resulta difícil seguirles el paso. Pese a los nuevos sitios web para agregar contenido social, el seguimiento de la información es aún engorros. Son millones de voces gritando al unísono, y unas pocas personas intentando escucharlos. Cada vez es más frecuente ver periodistas que deciden dedicarse a la escritura de relatos de ficción, como forma de expresión de su talento.

    Veo con esperanza el último proyecto que se nos ha ocurrido a un grupo de amigos: juntarnos para depurar un poco el escenario, estableciendo normas y cánones del ejercicio y de la ética. Algo que debió haber pasado hace mucho, cuando aún esto se podía evitar.

    La comunicación, que es hoy más directa, y cuenta con mas recursos, se ha vuelto también más compleja. Así como la computación dejó de ser privilegio de pocos para estar al alcance de todos, las redes sociales han democratizado el acceso a los medios. Pero a diferencia de aquella industria, donde comités y grandes empresas fijaron estándares para el crecimiento, la comunicación se ha vuelto más libre. Pero ser libre y sin control no es algo necesariamente bueno. Pareciera que en vez de estar hablandodeti, las personas y las empresas no hacen más que estar hablando de si mismas. El proceso comunicacional, se ha roto entonces.

    *De ninguna manera quiero significar que este sea el futuro al que nos enfrentaremos, pero es una de tantas realidades posibles, y lo escribo como reflexión propia de lo que debemos hacer los medios, periodistas y empresas de cara al futuro.

  • La burbuja puntopress y los pasquinogüeb

    La burbuja puntopress y los pasquinogüeb

    Que broma tan seria es la vida, mientras uno más se afana en buscar una verdad, menos la encuentra. Y apenas uno deja de buscarla, va y le pregunta al de al lado –literalmente—y te da la respuesta que has estado buscando.
    Mi apreciado amigo José Carlos García, del otro lado del Arauca vibrador –léase Colombia—le dio por jugar con SpringForm, una nueva herramienta social que permite a las personas realizar preguntas anónimas a una persona determinada.
    La herramienta, de la que creo hablaremos –y hasta la usaremos—en otro momento, es bastante simpática. Al enterarme de que estaba respondiendo preguntas en ella, fui y planteé una, aunque me identifique para asegurarme de que captaría la intención de la misma.
    Transcribo aquí pregunta y respuesta –está última me parece más que interesante para compartir.

    P: Como ve mi amigo el desarrollo de los periodistas 2.0,y de esos que no son necesariamente periodistas, pero que influyen en los demás con blogs, tweets y demás utensilios web 2.0.¿serán el fin de los medios cómo los conocemos? Alcides León

    R: Su influencia es cada vez más fuerte y evidente. En eventos de prensa ya es común ver a ‘colegas 2.0’, que, como dices, son personas que no necesariamente son periodistas, pero que han logrado un espacio de opinión con sus medios virtuales. No obstante, a mi modo de ver, creo que veremos una explosión de ‘la burbuja de periodismo 2.0’: en algún momento, ante tantos ‘medios’ y ‘periodistas’ nuevos; la influencia negativa de viejas mañas del periodismo en estos nuevos ‘colegas 2.0’ (algo que ya está pasando), etc., la audiencia, las fuentes y el negocio del advertising terminarán por decantar con cuchillo caliente la validez o no de un medio o persona digital en la fuente de tecnología. Y allí, pueden quedar vigentes no sólo medios tradicionales, sino por supuesto ‘periodistas 2.0’ , los buenos bloggers, serios y comprometidos con su trabajo. Gracias por la pregunta pana querido! Espero que nos encontremos pronto.

    La burbuja de las puntopress, como prefiero llamar a la burbuja del periodismo 2.0 que José Carlos nombra, es más evidente cada día. Pero al igual que él –de quién he de decir que es un reconocido periodista de tecnología y negocios, en El Tiempo—yo siento que esa explosión va a desaparecer más de un medio tradicional, al tiempo que potenciará a algunos de los nuevos medios, a los que habrá que quitarle el adjetivo “nuevo” y llamarlos simplemente medios. Para los intentos digitales que no puedan ser considerados medios “verdaderos” habrá que acuñar un equivalente digital al término pásquin, usado en algunos países –según la RAE—para calificar a un “diario, semanario o revista con artículos e ilustraciones de mala calidad y de carácter sensacionalista y calumnioso.” El origen de la palabra pasquín viene de una estatua romana llamada Pasquino –que se muestra en la ilustración de este post– en la cuál solían colgar escritos satíricos o de dudosa calidad. Así que mientras no exista una palabra mejor usaré pasquinogüeb para referirme a esos accidentes digitales que a veces nos tropezamos.

    Desde hablandodeti, le doy las gracias a mi amigo José Carlos por brindarme un símil perfecto y darme la oportunidad de crear una palabra, que al menos ya ha aparecido dos veces en la Internet.

  • El día que descubrí que no soy periodista (al menos no como lo pensaba), gracias a Victor y otros colegas.

    El día que descubrí que no soy periodista (al menos no como lo pensaba), gracias a Victor y otros colegas.

    aleonflotandoHoy me encontraba en una reunión de una asociación gremial, hablando con algunos amigos periodistas de distintos temas, cuando de repente entró un periodista que hacia tiempo no veía y que para mi es una gran referencia. El, con toda su experiencia a cuestas, entró a hacer su trabajo. Saludó a todos. Dio vistazos hacia todas las direcciones. Intercambió algunas breves palabras con numerosos personajes. Y estoy seguro que antes de volver a su casa, tenía en sus neuronas información suficiente para armar una edición de un periódico, y todavía habrían algunas cosas que se reservaría para sí. El individuo en cuestión es Victor Suaréz, toda una institución en la fuente de TIC en Venezuela, y para mi el mejor periodista en el área.

    Hacen ya varios años comencé la publicación de un boletín electrónico en el Grupo Editorial Producto –uno de los primeros en el país—dedicado a las franquicias. Víctor mientras tanto daba inicio a su boletín InsideTelecom en formato PDF. Aunque el boletín de franquicias desapareció tras algunos años, el legado en el GEP fue grande, dando origen a PRODUCTOexpress y DINEROexpress, dos boletines muy exitosos, que complementan a las revistas de las que toman el nombre. Por su parte InsideTelecom –más allá de la columna fija en el Universal que existía previamente—también evolucionó en otros proyectos y ha llegado a ser tan influyente en el medio que el otro día, mientras asistía a un evento relacionado con la operadora celular venezolana DIGITEL, el Sr. Cisneros –referencia obligada del sector de telecomunicaciones—cuando le presentaron a un periodista que trabaja para dicho medio, dijo: ¡ah son esos que siempre nos están diciendo lo que debemos hacer, antes de que lo hagamos.”

    Pero hoy al ver a Víctor de nuevo, y conversar con otros periodistas del ramo, terminé de entender algo que hace tiempo presiento: realmente no soy un periodista, o al menos no en el sentido estricto. Aunque mi formación es de ingeniero –es el caso de otros periodistas con gran reputación—hay algo más sutil que me diferencia de ellos.

    Quizás ese algo es lo que me permite flotar libremente en el mundo 2.0. Quizás es lo que no me permite ganarme contactos en base a ser simpático y adulador de las empresas o de sus agencias. Tal vez se trata de eso que no me hace correr detrás de las primicias y me hace preferir el análisis más sosegado. Me gusta más la tecnología detrás de la noticia, que los numeritos que hacen titulares.

    En mi carrera he tenido un par de oportunidades de convertirme en ese periodista basado en la inmediatez que muchos quieren ser. Pero no lo hice. Estoy muy lejos de querer ser el eterno “tubeador” –el que da el tubazo, o la noticia que nadie tiene– que parece ser la figura mítica a la que casi todos mis colegas quieren llegar. No quiero ser recordado como el periodista que dio a conocer ”tal noticia”, ni el que iba a todas las ruedas de prensa o el que publicaba todas las notas que le enviaban las agencias de PR. Sinceramente prefiero que me recuerden por mis opiniones, por mis escritos, por mi integridad, aunque eso sea más difícil de medir. Y te haga menos «agradable» para algunos en el medio.

    Quizás la única palabra que podía describir a un ser como yo –antes de la web 2.0— me quedaba grande: analista. Pero ahora he encontrado un mejor título. Uno que no implica que tengo un nivel superior al de nadie. Uno que se lleva bien con mi vocación de docente, que desarrollé por varios años en la Universidad Simón Bolívar y en otras empresas. Uno que me llena más de orgullo, que me da más sentimiento gremial. Un título que me permite ajustar la honrosa distinción de periodista con un complemento que refleja mi forma de actuar y ser: Periodista/blogger.

    Ese título me lo gané hace casi dos años, sin darme cuenta. Y lo he disfrutado como ustedes no pueden imaginar. Y espero acumular suficiente experiencia en mi vida para poder convertirlo algún día en: Periodista/blogger/analista. Es el título que me permite estar hablandodeti con mis lectores. Es lo que me brinda una ventana para opinar –y no sólo para informar—sobre los temas que me parecen interesantes.

    Gracias entonces, a ustedes mis lectores, por permitirme lograr el grado de blogger. Son ustedes los que me hacen sentirme que puedo volar, como en la foto que ilustra este post.

  • Sobre cómo CNN arruinó a Obama…y mi «estupidez» periodística

    Sobre cómo CNN arruinó a Obama…y mi «estupidez» periodística

    El post de Luis Indriago acerca de cómo CNN arruinó una estrategia de Obama me ha hecho pensar en los límites de la aplicación de la inmediatez de la información. Es decir, ¿hasta donde se vale ser el primero?

    Personalmente –más al ser originalmente ingeniero y no periodista– prefiero pensar las cosas antes de correr a publicarlas. Hace un tiempo un vocero internacional de una importante empresa de TI en Venezuela hizo una declaración inadecuada –política por mas señas– que estoy seguro habría tenido graves implicaciones si la publicaba.

    A pesar de tener la grabación, y la posibilidad de publicar de inmediato, en un acto de serenidad –o de estupidez periodística, segun muchos– callé la información hasta verificarla. Efectivamente me encontré con el hecho de que no era el sentimiento de los demás ejecutivos, y aunque en la práctica el que dió la información inicial era el jefe de los que trabajan acá, estaba realmente desinformado de las consecuencias que esto podría traer.

    Quizás esta actitud me cueste el no llegar a CNN –aunque ya publiqué varios articulos en la defenestrada página en español– pero me siento más cómodo conmigo mismo hablandodeti, no destruyendo empresas solo por figurar.