Etiqueta: redes sociales

  • Una historia de la web 2.0: Y el empleado del año es…El Gerente de Comunidad

    Una historia de la web 2.0: Y el empleado del año es…El Gerente de Comunidad

    La compañía decidió que necesitaba un Gerente de Comunidad, y en seguida el departamento de Recuso Humanos redactó un aviso de periódico que decía: se busca Gerente de Comunidad, Requisitos:…. y allí se quedaron por horas pensando que actitudes requiere un Gerente de ese estilo. Para empezar en el departamento de RRHH no saben de que se tiene que haber graduado para optar por el cargo. Es más ni siquiera saben que comunidad es la que debe gerenciar, así que envían a presidencia un escueto memo que dice: por favor definir los atributos del nuevo gerente.

    Una semana después llega la respuesta: apasionado, organizado, de buen talante, que sepa convencer a las personas, culto, educado, que conozca nuestro negocio, que conozca las responsabilidades de cada uno dentro de la empresa para poder canalizar las inquietudes de los clientes. Debe además conocer y manejar el plan de negocios de la empresa, respetar las directrices comunicacionales, tener muchos amigos influyentes y estar dispuesto a trabajar sobretiempo y fines de semana. Por ser un cargo nuevo no disponemos de un presupuesto exagerado, así que tendrá que aceptar trabajar por un salario modesto, hasta que su trabajo genere ganancias importantes.

    Una semana más tarde RRHH contesta: la posición de Gerente de Comunidad ha sido cubierta con un empleado existente, seleccionado por nuestro programa de RRHH tomando en cuenta los requisitos exigidos. ¡El cargo deberá ser ocupado por usted, señor presidente!

    Y es así cómo el Gerente de Comunidad, llegó a ser también el empleado del año en la organización.

    Esta historia la escribo para complacer a un amigo que me preguntó como una empresa pequeña suele escoger su comunity manager. Pocas son las que se dan cuenta de que al escoger un Gerente de Comunidad, lo que realmente están haciendo es escoger a quien va a estar hablandodeti frente a tu comunidad de usuarios.

  • Seguridad 2010: Una reflexión que puede salvar la vida de sus hijos, o de usted mismo

    Seguridad 2010: Una reflexión que puede salvar la vida de sus hijos, o de usted mismo

    La cadena Caracol TV de Colombia ha publicado un especial sobre un crimen que sucedió el año pasado en Colombia, que tiene como particularidad haberse originado –y además resuelto—en Facebook.

    Una joven de apenas 20 años de edad, con más de 1.500 amigos en Facebook, cometió el error de tomar esa amistad “digital” como si fuera verdadera y abrirle las puertas de su casa a dos “amigos virtuales” que terminaron asesinéndola por diversión y para hacerse con su computadora, celular y cámara digital.

    Pero como una especie de contradicción –y justicia divina—su hermano menor, que regresó de Estados Unidos por culpa de la noticia de la muerte de la hermana, se apoyo en Facebook para conseguir a los asesinos, algo que logró en pocas semanas.

    Más allá de que el video es sumamente educativo, al detallar los errores de la joven, e interesante al contar la pesquisa que realizaron el hermano y las amigas de la víctima, me parece que es obligatorio para que los que tenemos hijos comprendamos el peligro que pueden llegar a representar estas redes sociales si nuestros hijos no están preparados adecuadamente para enfrentar a los “chicos malos” que tarde o temprano encontrarán.

    Antes de dejarlos con el video, que de por si es suficientemente aleccionador, quiero compartir las máximas que siempre aplico con mi hija, y que creo les pueden ayudar a evitar una tragedia como esta.

    1. Hable con sus hijos acerca de los peligros de las redes sociales. Hágalo regularmente.
    2. Explíqueles que no deben compartir fotos o videos comprometedores, bajo ningún motivo, ya que estas pueden ser publicvadas y causarles muchos daños.
    3. Enséñeles a reaccionar ante cualquier extorsión en línea. Es común que los delincuentes usen una espiral para ir logrando ganar control sobre los adolescentes –especialmente con las chicas—y amenazan con “contarle” a sus padres si no hacen esto o aquello, y cada vez hacen cosas que los comprometen más
    4. Cierre la cámara: si es un PC, enséñeles a que la mantengan desenchufada y si es un laptop dígales que diseñen una sencilla cubierta de cartón. Muchos criminales suelen ganar acceso a las cámaras con virus y programas maliciosos y desde allí les toman fotos que usan para extorsionarlos
    5. Sea un amigo digital; de su hijo y chequee constantemente su página a ver si está dando más información de la que conviene. Sin embargo recuerde respetar la privacidad de sus hijos y no los critique innecesariamente, o intente forjar acceso a sus perfiles y cuentas de correo. Si algún día necesita hacerlo, hágalo con el/ella al lado y no lo obligue a revelar su contraseña, ya que lo único que logrará en caso de obligarlo, es que se cree un perfil que usted no conozca, el cuál no podrá supervisar
    6. Hable con sus hijos e hijas para que no acepten ser grabados por sus amigos. Algunas veces por la presión social los chicos dejan que los graben mientras cometen actos indebidos –desde cosas íntimas hasta ilegales—sólo para agradar a un grupo, y luego este grupo usa esos testimonios digitales para hacerles daño.

    Los invito a ver el video de CaracolTV.com y a que se lo muestren a sus hijos, así podrá sentarse después a hablar con ellos de estos peligros, y sin darse cuenta, estará también hablandodeti

  • Acerca de la influencia, el influenciado y el influenciador

    Acerca de la influencia, el influenciado y el influenciador

    Sentado yo con una CocaCola Light enfrente y ella con una Frescolita –ya que no le gusta el sabor de la CocaCola aquí—comencé esta tarde una conversación que, además de entretenida e interesante, me ayudo a confirmar algunas ideas preconcebidas, así cómo a forjarme otras que todavía no se habían sembrado en mi mente.

    La entrevistada –porque de una entrevista se trataba—es Gaby Castellanos (@gabycastellanos) una venezolana que exporto su talento a España hace ya más de 16 años. Allá cuenta con una empresa muy particular llamada Sr Burns, dedicada a crear campañas en redes sociales. Ahora bien, la entrevista como tal la podrán leer en la edición de Septiembre u Octubre de PRODUCTO, pero si quiero resaltar algunos puntos interesantes y que quizás ni siquiera formen parte de la entrevista a publicar.

    Y es que en algún punto basamos la conversación en los influenciadores y su rol protagónico en la web 2.0, y la relación tan especial que pueden llegar a establecer algunos seguidores con los que son seguidos. La relación de intimidad y confianza que puede sentirse con alguien después de haberlo seguido por meses, conocer sus puntos de vista sobre docenas de asuntos importantes y sus preferencias personales. Ser influenciador requiere contar con un código de ética, tanto o más estricto que el de un periodista o un médico. Y es que los influenciadores suelen estar más cerca –y ser más íntimos—que los anuncios de TV o prensa.

    Lo que dice un influenciador es como el consejo de un amigo cercano, de esos que uno escoge como modelo. Lo peor que puede hacer entonces, según Gaby –y en eso coincido plenamente—es dejarse influenciar por las marcas, que le cambien –-o le compren– su criterio. No por recibir regalos de una marca –o incluso un sueldo—se debe cambiar la opinión personal, esa por la cual los seguidores empezaron a creer en el o en ella.

    El Segundo error al que deben escapar los influenciadores, es al manejo mal entendido de la influencia –de la fama podríamos decir—y evitar que su capacidad de influir se convierta en un motivo de orgullo injustificado que los lleve a cometer desmanes y a perder la esencia que los hizo ser admirados en un principio.

    Gaby agradece enormemente el cariño que le demuestran sus seguidores de Twitter, que incluso la reconocen en la calle y la rodean cuál si fuera una estrella en cada evento en el que participa. Yo mismo comencé a seguirla hace un tiempo sin saber nunca que la entrevistaría o que me sentaría a conversar con ella un rato. Y sin embargo al sentarme a conversar sentía que la conocía de hace rato. Y es a esta relación a la que Gaby le da tanta importancia, a la que recomienda cuidar con esmero, ya sean mas de 20.000 seguidores o apenas unas pocas docenas.

    Desde mi punto de vista, la capacidad de influir conlleva una gran responsabilidad, algo que desde estos bits he intentado asumir según mi estilo y mis principios. Algo que espero sea siempre parte de este blog, inclusive si estoy hablandodeti amigo lector, o de la amiga @gabycastellanos.

  • ¿Qué si tengo twitter? No, pero… ¡ya estoy en eso!

    ¿Qué si tengo twitter? No, pero… ¡ya estoy en eso!

    En las mañanas y mientras voy en mi carro de un lado al otro de la ciudad, quizás dirigiéndome al trabajo o saliendo de alguna entrevista, suelo escuchar en la radio varios programas de los que se conocen como revistas, por tener una gran variedad de secciones. En uno de ellos un par de buenas periodistas se dedican a preguntarle a cuanto entrevistado se les atraviesa si ya tiene twitter y facebook. La mayoría suele tener presencia en alguna de las redes sociales y dan con gusto esos datos o sus correos electrónicos para que los posibles clientes los contacten. Pero hay un grupo especial –nada insignificante en número—qué suele contestar: No tengo twitter, pero ya estoy en eso. Y cómo una cuenta de twitter se crea en sólo 5 minutos, sin necesitar ayuda de expertos, comprenderán que lo único que una frase así demuestra es un desconocimiento total.

    Esa frase en sí misma encierra tanto que es digna de estudio. Que no tenga cuenta de twitter, ni comprenda de que se trata esa red social es más que comprensible. Pero la frase –pronunciada así, tan temerariamente—encierra no sólo desconocimiento de la plataforma, sino también una ignorancia tal –que mezclada con la arrogancia implícita—puede causar mucho daño a la imagen de quién lo pronuncia. Y es que si es pronunciada por un cocinero que se dedica en su casa a preparar banquetes, quizás sólo arranque unas tímidas sonrisas en aquellos oyentes que si saben de que se trata twitter. Pero si es pronunciada por un vocero de una empresa de tecnología, un profesional de la comunicación, o peor aún por un periodista, la frase inmediatamente sitúa a la persona en la prehistoria comunicacional –eso es como dos o tres años para atrás.

    En una especie de anorexia o bulimia intelectual, muchos profesionales de la comunicación se rehúsan a conocer la web 2.0 –quizás por que esta web se está metiendo directamente con sus bolsillos y derribándoles el modelo de negocios que siempre había funcionado—y no se molestan en conocer las virtudes de este nuevo medio o se rehúsan a aplicarlas, regurgitando todo lo que aprenden sobre ellas.

    Pero tal como se dice que “el desconocimiento de la ley no justifica su incumplimiento” aquí pasa lo mismo, ya que el desconocimiento –real o fingido—de la realidad de la web 2.0 no frenará el impacto que tiene sobre los medios y las profesiones relacionadas a la comunicación.

    Aunque no lo crean yo suelo hablar con algunos periodistas muy reconocidos en la fuente de la tecnología que aún no tienen su cuenta en twitter y hablan de eso como un fenómeno lejano. También conozco muchas empresas de comunicación que se mueren por entender como aplicar las redes sociales a favor de sus clientes. Conozco medios de comunicación que no hallan donde poner las redes sociales en sus estrategias. Y por su puesto conozco empresas que miran con avidez, las posibilidades que estas redes les ofrecen. Es sin duda una rara mezcla, a la que unos pocos encontrarán como sacarle provecho, pero que por ahora ha sido abordada de manera muy poco eficiente por algunos autoproclamados expertos en Web 2.0, con resultados mediocres para las empresas.

    Si bien el fenómeno de las redes sociales llegó hace rato, aún no están claros los modelos de negocios alrededor de ellas para los antiguos actores –agencias y medios de comunicación– y apenas algunos de los nuevos actores –como Facebook—han logrado capitalizarlas.

    Y es por eso que desde aquí, desde hablandodeti, estoy empeñado en lograr que más profesionales de la comunicación y empresas en general se animen a montarse en esta ola del 2.0, para que juntos podamos descubrir nuevos modelos de negocios que permitan a todos los actores beneficiarse, especialmente a los lectores, que se merecen poder contar con información de calidad. Espero que al menos, después de haber leído esta nota, muchos periodistas y empresas que aún no tienen cuenta en twitter, comiencen a usar el servicio y en breve estén hablandodeti a través de sus cuentas.

  • ¿Qué hay en el alma de un Entrepreneur 2.0? la respuesta la hallé en mi padre.

    ¿Qué hay en el alma de un Entrepreneur 2.0? la respuesta la hallé en mi padre.

    Hablando con un amigo y aconsejándolo sobre el rumbo que debe tomar su empresa en la web 2.0 llegó un momento en que él, luciendo atribulado me dijo: prefiero irme por el librito.

    ¿Irse por el librito? Me pregunte rápidamente si se referiría a la obra de McLuhan, “La Aldea Global”, o quizás al celebre “Being Digital” de Negroponte. Pero no, pronto caí en cuenta que era más bien la metáfora gringa de “hacer las cosas como se espera”, sin sorpresas, como dice el manual. En este caso se trataba de volver a hacer el sitio web de la empresa, quizás algo mejor, más bonito, con más funcionalidades, pero en fin el mismo sitio.

    No me di por vencido, use algunas de las metáforas que están en mis cursos –de esas por las que empresas que si entienden la importancia de la redes sociales para el negocio son capaces de contratarme—e insistí varias veces en la necesidad de definir que se quiere hacer antes de contratar a nadie. Se trataba de convencerlo de tomar las medidas antes de mandar a hacer el traje, y no lo entendió.

    Y me puse a pensar: ¿qué es lo que necesita un emprendedor 2.0 para realmente ser calificado como tal? Definitivamente no basta con que sea un buen usuario 2.0, como este amigo lo es. No basta tener educación familiar de negocios, ni aún educación formal para lo mismo. Tampoco es tener contactos, ni siquiera tener un nombre reconocido.

    Se trata más bien de aplicar una máxima que mi Padre (QEPD) siempre me repetía: en la vida, más vale pensar una hora y trabajar un minuto, que pensar un minuto y trabajar una hora. Y contar con el sentido común necesario para interpretar el espíritu de la web 2.0: las personas y no las herramientas. Pensar cosas que se hacen con la participación de personas, y no gracias a las herramientas que se tienen. Las herramientas son sólo artefactos que creamos para ayudarnos a hacer algo. ¿Tiene sentido abrir un hueco sólo por que tenemos un pala en la mano? ¿O tener una página web sólo por que hay que tenerla?

    Pensemos pues en lo que queremos hacer y después, para honrar la máxima de mi viejo, busquemos la manera más conveniente y fácil de lograrlo. Así, hasta en el cielo, estarán entonces hablandodeti.

  • Alemania perdió, ¡maten al pulpo!

    Alemania perdió, ¡maten al pulpo!

    Ante los constantes éxitos en la predicción de un cefalópodo ingles radicado en Alemania, mejor conocido cómo el Pulpo Paul, algunos fanáticos alemanes han propuesto que el pulpo –una vez que Alemania quedó fuera de la gran final como había predicho el animalito—sea cocinado en represalia por anticipar lo que ocurriría.

    ¿Y saben? Eso es lo que actualmente está pasando en muchas empresas que se aventuran a las redes sociales sin tener en cuenta lo que la razón indicaría, si sólo se piensa un poco en lo que se hace.

    Claro que el síndrome no es nuevo, se le conoce cómo kill the messenger o maten al mensajero, en alusión a un comportamiento que insiste en culpar a los portadores de las malas noticias, y no a los que las originaron.

    Y créanme que eso pasa a menudo en redes sociales. Un empresario me comentaba que eso de las redes sociales era un engaño, ya que ellos lo habían intentando una vez hacer algo en twitter y no habían logrado nada. Nótese el uso del cuantificador UNA. Al tratar de explicarle lo que debía de hacer, me interrumpió y me dijo que no le hablara de eso, por que EL –así en mayúsculas– ya había probado y conocía la realidad, así que no iba a dejar que nadie lo engañe.

    Esa actitud, lamentablemente se ve a menudo en todos los ambientes, no sólo en los intentos de llegar a las redes sociales por parte de las empresas, y cuando uno les advierte de que están haciendo algo mal –en caso de conocer a alguno de los ejecutores de la estrategia—hacen su disparo en contra del mensajero. Lamentablemente me ha tocado vivir varias veces en carne propia ese tipo de desatinos.

    Pero al final, se coman al pulpo o no, Alemania quedó fuera de la gran final, y mucho de lo que les decimos desde hablandodeti seguirá siendo válido, le guste o no a quién lo lea.