Mientras en Copenhagen –ciudad que está en la lista de ciudades por conocer antes de darme por satisfecho con mis viajes—se celebra la llamada cumbre del ambiente que busca generar un compromiso mayor que al que se llego en Kyoto hace algunos años, hay una serie de detalles que permiten que las personas allí presentes se den cuenta que el esfuerzo de cada uno vale.
Y es que el tradicional Árbol de Navidad de la plaza de la ciudad, está conectado a una alimentación poco tradicional, que recuerda a la película The Matrix: la fuerza humana.
Y es que hay una serie de bicicletas fijas que permiten que las personas que pasan por la plaza, dediquen unos minutos de su tiempo y su energía a mover unos generadores que dotan de luz al arbolito navideño, algo que, además de ahorrar energía, permite a las personas concienciar cuanta energía hace falta para cumplir tareas tan cotidianas, como alumbrar un árbol de navidad.
Creo que esta ocasión priva que cada uno de mis lectores realicen una pequeña reflexión sobre el tema energético y se den cuenta que tan grande es el poder de cada uno para empezar a salvar el mundo.
Pero si quieren darse una idea de lo que ocurre en Copenhagen, dense un paseo por http://www.hopenhagenlive.com/
Así que entonces, hasta pedaleando en Copenhagen, se puede estar hablandodeti.
Que bonito. Nos falta tanto camino por recorrer y aprender por aqui en Venezuela. Menos mal que hay gente como tu (esta frase no me trae muy buenos recuerdos pero no me queda otra) que escribe sobre estas cosas. Gracias. Tu pusiste tu grano de arena.
Sigue asi,
Claudia