Leo en Internet, que después de haber sido impresa durante 244 años, la enciclopedia Británica –ícono de una época en que se podía aspirar a concentrar todo el saber en un lugar—dejará de imprimirse, señalando el fin de una era.

Pero ya la era había terminado antes. De la Británica se imprimieron aproximadamente unos dos millones de colecciones a lo largo de su historia, pero la venta de la versión impresa representó apenas el 1% de los ingresos durante el pasado año, pese a que cada colección valía unos US$1.400. Por su parte el gran generador de ingresos es el sitio web, que apenas cobra unos US$17 al año.

“Quisiéramos pensar que nuestra tradición no está en imprimir sino en brindar conocimiento escolar a las personas” aduce a modo de disculpa/justificación el presidente de la empresa en una entrevista que reseña PC World.
Pero la realidad es que la Internet ha cambiado muchos conceptos, entre ellos uno asociado a la estabilidad del conocimiento. Si bien los conocimientos tendían a permanecer más o menos constantes en el pasado, hoy día las ideas surgen y desaparecen de manera intempestiva.
Lo que le ocurrió a la Británica –que una enciclopedia sea sustituida por un sitio web—es igual a lo que le sucede a muchas bibliotecas, que son reemplazadas por salones de acceso a la Internet. Y ya no se trata de que ciudad tiene la biblioteca más grande, ahora se trata de cuál biblioteca tiene el mayor ancho de banda. Las copias digitales –idénticas bit a bit—son una bendición para evitar el deterioro y pérdida de información asociado al uso. Los libros y documentos raros, también se benefician de este fenómeno, y están por fin a la disposición de muchos, y no a la mano de unos pocos afortunados.

La Británica intenta convertir su reputación de “repositorio” de conocimiento por una de “referente” confiable al mejor conocimiento. Un cambio que para muchos puede parecer sutil, pero que indica una distribución del saber, en lugar de la concentración acostumbrada.

Al contrario de wikis y otras iniciativas colaborativas, el papel de la Británica es convertirse en un curador digital, altamente exigente. La verdad es que nunca la Británica fue importante por imprimir 32 tomos de conocimiento, sino más bien por saber decantar y filtrar el conocimiento para llenar esos 32 tomos. Y vista así la cosa…¿será que en realidad algo cambió?

Ojalá y algún día la prestigiosa Británica hable de este blog, mientras tanto este blog si está hablandodeti, enciclopedia Británica, aunque ya no vayas a ser impresa más nunca.