jobsagain
Cuando murió Jobs, estuve seguro de que el mundo de la tecnología lo iba a extrañar. Pero pensé que sería por su visión del negocio, por su gran intuición en adivinar/inventar/decretar lo que el público necesitaría en un futuro.

Pero hoy me doy cuenta que no, no es por eso que lo extrañamos. Las empresas mal que bien son capaces de inventar nuevos dispositivos atractivos, como lo han sido las tabletas y teléfonos Samsung, por ejemplo. Pero lo que no son capaces de lograr aún es el ambiente mágico de Jobs al realizar presentaciones.

Mucho se ha hablado del famoso “campo de distorsión de la realidad” que había alrededor de Jobs. Con ese nombre se busca definir como el impactaba a los que trabajaban con el para convencerlos de imposibles, que generalmente se convertían en posibles, después de que el los intentara. Igualmente al momento de realizar presentaciones, ese campo lo ayudaba a transmitir sus ideas, cambiando a la audiencia y moldeándola a su favor.

Recuerdo un momento clave en la historia de Mac, al cambiarse a procesadores Intel. Por generaciones los usuarios de Mac se llenaban la boca hablando de las ventajas de los procesadores Motorola. En una presentación de apróximadamente una hora, Jobs los convenció de lo increíble que era contar con procesadores Intel a una audiencia que no dudo en cambiar creencias cimentadas por años, ante una presentación de Jobs.

Este mes pasado Sony me hizo extrañar a Jobs con su presentación del PS4. Pudo haber sido genial…pero no. Hoy Samsung me hace extrañarlo aún más. El único teléfono capaz de quitarle el trono al iPhone, y lo deslucen con una muy mala presentación en Nueva York. En ambos casos, se pensó que para hablar de la “experiencia “ de usuario, bastaba ocultar los númeritos del hardware y mostrar segmentos de experiencias de usuarios. Mal muy mal.

Lo peor del caso es que Carmine Gallo escribió un libro acerca de los Seecretos de Presentación de Steve Jobs, que de haberlo leído un par deveces –yo ya lo voy leyendo por 5ta vez—les hubiera permitido lograr presentaciones mucho más interesantes. Pero que podemos pedir si ni siquiera el propio Tim Cook parece haber leído el libro.

Con Jobs se fue un estilo único de presentación, es cierto, pero no termino de entender como no se han desarrollado otros igual de buenos. Con tanto dinero en juego, ¿por qué no se contratan a empresas de Hollywood para hacer el performance, de guiones magistralmente desarrollados por empresas de publicidad y productoras de cine?

Con el dinero gastado por Samsung, pudieron haber preparado un corto de 3 a 5 minutos, que dejara boquiabiertos a todos, y proyectarlo en distintos escenarios del mundo, al mismo tiempo y el efecto hubiera podido ser mayor.

Pero eso no ocurrió. Queda la tarea a los bloggers, la prensa y los usuarios que vieron el webcast, de convencer al mundo de que el Galaxy S4 es tremendo teléfono. Pero las unidades de prueba llegaran tarde. Los datos que se dieron fueron insuficientes, y hay muchos fanáticos del iPhone sueltos.

Es por eso que hoy vuelvo a estar hablandodeti querido Jobs, extrañandote y deseando que fuera posible que regresaras, para presentar al menos el iPhone 6, el supuesto iWatch o aquel TV de Apple que nos dejaste esperando. ¡Si tan sólo Wozniak hubiera aprendido a presentar como tu!