A pesar de tener un flamante Blackberry Z10 desde hace unas semanas, he sentido que al BB10 le faltaba algo que lo hiciera más Blackberry, más original. Pero al asistir al lanzamiento del Q10, el primer teléfono con teclado qwerty de Blackberry que soporta el BB10, creo que se cierra un ciclo, necesario para que los fanáticos de la marca, encontraran la forma de poner un pie en el nuevo sistema.
Y es que el teclado Qwerty es algo más que representativo de los Blackberry. A pesar de que el Storm primero, así como las versiones de Torch y Bold que incluyeron pantallas táctiles y teclados virtuales de toque, ya habían enfocado el uso de pantallas táctiles, el público de Blackberry en su mayoría, veía –y ve—el teclado físico como una de las características más importantes.
Para los usuarios que pretenden escribir constantemente en un teléfono, y que lo hacen de manera casi automática mientras realizan otras actividades el teclado qwerty es más que un lujo, una verdadera necesidad. Blackberry ha tenido que aceptar esta realidad y por eso lanzar el Q10.
El Q10 representa para la firma innovación y una vuelta a lo tradicional, en un mismo producto. La innovación corre por parte del sistema BB10.1 que tiene mejoras importantes respecto a la versión inicial. Además para maximizar el área de trabajo en la pantalla, Blackberry decidió deshacerse de un ícono de la marca: el trackball, que había sido sustituido por un trackpad. Junto a el se fueron los botones de empezar y terminar llamadas, así como el botón Blackberry y la tecla de deshacer, funciones que están ahora en botones virtuales en la pantalla táctil. El poderoso hardware –que incluye un procesador de doble núcleo– no puede considerarse como una innovación, sino más bien una puesta al día, necesaria para poder tener algún chance de competir en el mercado.
Sin embargo la forma del dispositivo y el teclado Qwerty, son suficientes para anclar a los usuarios a los días de gloria que vivió Blackberry en el pasado. Los usuarios fieles se sentirán como en casa con este factor de forma, pero falta ver que pasa con nuevos usuarios. Los voceros de la empresa para la región latinoamericana insisten que un porcentaje importante de los compradores de los nuevos modelos –Z10 y Q10—provienen de otras plataformas, pero hasta ahora no hay estudios que confirmen la aseveración.
En fin, se trata de Blackberry, jugando a ser Blackberry de nuevo, y eso está bien. Lo que muchos usuarios miran con atención –y curiosamente, algunos con mucho temor—es la expansión del servicio a otras plataformas, que debe ocurrir pronto, según ha afirmado la propia empresa. Algunos califican esta medida como salvadora, mientras otros la ven como el final de la principal ventaja competitiva de Blackberry. Otros pocos son indiferentes, o esperan mucho menos –daño o beneficio—de dicha medida.
Al menos Blackberry, me encuentro hablandodeti y de tus nuevos teléfonos en este momento, con diferentes opciones, cuando hasta hace poco muchos creían que no valía la pena hacerlo. En lo que pueda probar un Q10 directamente les daré mi impresión sobre el equipo –pronto publicaré la revisión del Z10, espero sólo por el upgrade de sistema– pero si puedo mientras tanto asegurarles, que la jugada de volver a sus orígenes, se podrá calificar de cualquier manera, menos de inadecuada, ya que en el peor de los casos ayudará a detener la caída, al menos por un rato, y en el mejor le permitirá a la empresa canadiense seguir en la competencia, y empezar a ganar batallas, algo que desde hace rato no hace.