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Nada está dicho de antemano en el mercado de videojuegos, y aunque muchos opinan que la época de las consolas está por pasar, muchas cosas aún están ocurriendo alrededor de las anunciadas consolas de Microsoft y Sony.

Tras una larga espera en la actualización de estas consolas, y teniendo en cuenta la pobre acogida que sufrió la nueva consola de Nintendo, desde principios de año la atención ha estado centrada en estas dos nuevas consolas que deben legar al mercado antes de la temporada navideña, sino quieren quedar fuera del momento d eventa más importante. Ambas marcas han optado por utilizar arquitecturas internas, mas parecidas a PCs que a dispositivos especializados, una desición que parece pavimentar la ruta hacia una convergencia futura entre PC y consola de juegos. Esto además facilita extender el negocio de los videojuegos hacia el mercado de las PC, lo que probablemente abarate los costos de producción de juegos.

Tras haber asistido al anuncio de la PS4, donde el énfasis fue en los nuevos títulos, con apenas una ligera pasada de lista a las características técnicas más resaltantes, me ha quedado claro que en este segmento se está aplicando la misma estrategia de vender experiencias, no características de hardware. Y es allí donde Sony parece haber logrado cierta supremacía –ganada voluntariamente e involuntariamente, y hace lucir a la Xbox One acorralada.

Y es que PlayStation 4 ofrece mejoras importantes sobre su antecesor, pero no intenta cambiar el comportamiento de los jugadores, mientras que la Xbox One cuenta con algunas características restrictivas que han hecho vacilar a fanáticos y extraños. Hace pocas semanas se corrió el rumor de que Microsoft regularía el mercado de juegos usados, y aunque fue desmentido de forma parcial por la empresa, esta actividad, muy popular entre jugadores, si se verá afectada. Si a esto se le suma la necesidad de mantener la consola conectada a la Internet –en pro de mantener actualizado el software de la misma—ha resultado en un escepticismo de parte de la comunidad que ve con desconfianza el poder usar y disponer libremente de su consola y de los juegos.

Para terminar de arrinconar a Microsoft, Sony ha sido la última en anunciar precios, y colocó su consola aproximadamente US$ 100 por debajo, dejándole a Microsoft la difícil tarea de convencer a los jugadores de que deben pagar más dinero por un sistema que los limita para vender los juegos usados y que los obliga a estar conectados.

No es sólo mi impresión. Amigos mios y ligados a Microsoft han declarado públicamente lo dificil que Sony les ha puesto el juego, llegando incluso algunos a declarar, en lo personal, que están considerando cambiar su plataforma de juegos. Algo como para reflexionar.

Pero no todo está e contra de Microsoft. El servicio de juegos en la nube del PS4 parece que no estará listo este año y ha sido ofrecido para el próximo. Igualmente Microosft anunció su Xbox One para Noviembre, para aprovechar el black Friday y toda la temporada Navideña, mientras que Sony sigue ofreciendo su consola para finales del año, lo que deja dudas si estará a tiempo para ese gran empujón que viene después de acción de gracias. En general da la impresión que la plataforma del Xbox One está más completa y avanzada que la del PS4, pero es seguro que Sony está haciendo un esfuerzo extra para ponerse al día. Sin embargo en el 2014, esta diferencia no deberá notarse más, y ambas plataformas quedarán de igual a igual. De hecho la oferta de juegos está bastante pareja, y muchos juegos importantes estarán disponibles en ambas plataformas, aunque no necesariamente al mismo tiempo.

Mientras estas dos plataformas se pelean el grueso del mercado, Nintendo ha quedado relegada a un tercer lugar, o mejor dicho un segundo segmento del mercado, donde recibirá los ataques de las nuevas consolas basadas en Android, con ofertas de US$ 100 o menos, donde los juegos clásicos serán sumamente importantes.

Así las cosas, y mientras se lleva a cabo el E3, la conferencia sobre juegos más importante, estoy aquí, hablandodeti querido lector, que eres al fin y al cabo el que decidirá quien gana en esta pelea.