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Marshall McLuhan solía decir “creamos nuestras herramientas y luego estas nos transforman” y sin duda que el buen profesor devenido en filósofo tenía mucha razón. Los dispositivos móviles, la Internet y las redes sociales han transformado nuestro mundo al punto de hacerlo irreconocible para alguien a quién pudiéramos traer desde 20 años atrás. Y es que esa necesidad de estar conectado todo el tiempo, era inimaginable para la mayoría de nosotros en esa época.

Pero leo un artículo en Business Insider acerca de la enfermedad de “textear” mientras se está dormido, una especie de sonambulismo que está empezando a afectar a los jóvenes principalmente, y que consiste en responder mensajes de texto –o de mensajería instantanea—estando aún dormido y sin tener consciencia ni memoria de lo hecho al despertarse.

Una enfermedad así sólo es posible que ocurra en una generación que hasta duerme aferrada a su teléfono celular. Es una generación que necesita la conectividad a tal grado que pretenden verla como un derecho humano del mas alto rango, comparable al acceso a la educación o al agua potable.

Más allá de los casos reflejados en el artículo estoy tristemente concvencido que la mayoría de nosotros conocemos personas de las que podemos sospechar que son –o ser—víctimas de esta enfermedad, debido a la adicción que demuestran a sus dispositivos. Son aquellos que no pueden almorzar sin estar viendo constantemente la pantalla del celular, que suelen escoger los sitios a donde van de acuerdo a la disponibilidad o no de WiFi y que son capaces de enviar cientos de mensajes en un sólo día. Esas son las personas a las que les conviene leer atentamente el artículo que menciono y después evaluar si realmente necesitan tanto su celular, o si más bien se trata de un comportamiento digno de un adicto.

Si tu eres de esas personas que necesita revisar el celular, la tableta y la PC cada minuto, de las que ve su cuenta de correo y si no hay un correo nuevo va y aprieta el botón de recargar con insistencia hasta que aparezca un nuevo correo, o actualizas constantemente su página de Facebook porque no concibes que no esté pasando nada nuevo en el mundo, pues entonces resulta que he estado hablandodeti en este post sin saberlo antes.