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La presidente de Brasil, Dilma Roussef pronunció estas palabras durante la ceremonia de apertura del Encuentro Global Multisectorial sobre el Futuro de la Gobernanza de la Internet – NET Mundial

“La Internet que queremos solo es posible en un escenario de respeto a los derechos humanos, en particular la privacidad y la libertad de expresión. Por eso, en mi discurso en la 68ª Asamblea de la ONU, hice una propuesta de combate a esas prácticas y propuse una discusión con relación al establecimiento de un marco civil global para gobernanza y uso de la Internet, y de medidas que aseguren la efectiva protección de los datos que circulan allí. También, juntamente con la canciller Angela Merkel, nosotras llevamos a la ONU un proyecto de resolución sobre el «Derecho a la Privacidad en la Era Digital». Hemos aprobado por consenso ese proyecto y aprobamos también el llamado a los Estados para que cesara la recolección arbitraria o ilegal de datos personales e hicieran valer el derecho a la privacidad. Inclusive, hay que recalcar que los derechos que las personas tienen offline también deben ser protegidos online” Así se expreso la Presidente de Brasil al principio de su discurso ante los asistentes al forro NET Mundial en Sao Paulo, Brasil.

Rousseff ha sido duramente criticada por sus intenciones de regular Internet, e inclusive nacionalizarlo, al querer obligar a los grandes sitios mundiales a guardar los datos de ciudadanos y empresas brasileñas dentro del ambito físico de Brasil, demostrando asi un desconocimiento –teórico o de autoridad—a las tendencias mundiales de globalización y uso de nubes –ubicadas en cualquier lugar—para almacenar los datos.

El discurso de la Presidente de Brasil, intenta ser algo más conciliador que su propuesta inical hace unos meses, sin embargo es seguro que muchos en el mundo lo verán con suspicacia. Rousseff propone una especie de Federación para controlar Internet, donde cada páis tenga el mismo peso que los demás para regularla. Actualmente y gracias a su gran inversión en la misma, el gobierno de EUA mantiene un gran control sobre algunas estructuras básicas de la Internet, aunque en el papel es un organismo autoregulado. Además la Unión Europea ha sabido hacer un importante contrapeso a EUA. Pero los que nunca han logrado tener injerencia sobre el desarrollo de la red son algunos de los países más conflictivos en el planeta, los mismos que han buscado –y muchas veces logrado—la censura de Internet, al menos dentro de sus espacios. La propuesta de Roussef, que seguro muchos gobiernos verán con muy buen agrado es que la Internet deje de ser una cuestión de ciudadanos y pase a serlo de gobiernos, donde los factores de geopolítica se sentirán mucho más que en la Internet de hoy.

Si bien Rousseff ha suavizado su propuesta inicial, aún se notan muchas contradicciones con la idea original de la Internet, que es la sobrevivencia in extremis. La red que fue diseñada para sobrevivir fallos de servidores y enrutadores, así como ataques o desastres naturales, podría no sobrevivir a un asunto que un gobierno considere “de seguridad nacional” y ser apagada, al menos en un segmento, bajo la sospecha de que algo en ella pueda amenazar a un gobierno, que no a un pueblo.

“Los temas relativos a la soberanía – como delitos cibernéticos, violaciones de derechos, asuntos económicos transnacionales y amenazas de ataques cibernéticos – son de responsabilidad primordial de los Estados. Se trata, antes que nada, de asegurar a los Estados los instrumentos que les permitan cumplir con sus responsabilidades ante sus ciudadanos, entre ellas la garantía de derechos fundamentales. Derechos que son asegurados offline deben ser asegurados online. Esos derechos prosperan al amparo, y no en ausencia absoluta del Estado” Esta es la posición de la Rousseff al respecto, pero para muchos –incluyendo a quien esto escribe—esto vulnera el libre derecho de los usuarios de la Internet, pudiendo ocasionar censura, bloqueos, espionaje y muchas otras acciones violatorias de los derechos humanos.

Brasil quiere ser un estado moderno y su ley del Marco Civil de la Internet, aprobada recientemente por el Congreso Nacional de Brasil, quiere servir de ejemplo para el resto del mundo. Pero basta considerar por un momento porqué algunas sociedades mucho más modernas, tecnológicas y con tradición de invención, incluyendo a EUA, Suecia, Japón o Corea del Sur, no son los propulsores de un modelo de control de la Internet como el propuesto.

Creo querido lector, que lamentablemente esta Ley de Marco Civil de la Internet, está hablandodeti… y quizás no te guste lo que realmente dice.

Para que cada quien juzgue por si mismo, les dejo aquí la traducción del discurso que la colega Roberta Ribeiro nos hace legar, citando como fuente del mismo al Palacio de Planalto, sede del poder ejecutivo en Brasilia.

COMUNICADO DE PRENSA

Discurso de la Presidenta de la República, Dilma Rousseff, durante la ceremonia de apertura del Encuentro Global Multisectorial sobre el Futuro de la Gobernanza de la Internet – NET Mundial

São Paulo-SP, 24 de abril de 2014.

Buenos días a todos. Agradezco la pronunciación perfecta del «bom dia» que nuestra querida representante, Nnenna Nwakanma hizo del «buenos días» brasileño y la voy a saludar, saludando a todas las mujeres que participan de la web y a todos los the girls and guys que participan de la web.

Quiero saludar a nuestro alcalde de São Paulo, que nos recibe y, sobretodo, quiero, en primer lugar, saludar a dos parlamentarios brasileños acá presentes: Alessandro Molon, de la Cámara de Diputados, diputado relator del Marco Civil de la Internet, y el Diputado Walter Pinheiro… incluso, disculpen, el senador Walter Pinheiro, por medio de quien dirijo mis saludos a los relatores del Senado, que han sido capaces de aprobar esa ley en tiempo récord.

El senador Vital do Rego, senador José Perrella, senador Ricardo Ferraço.

Entonces, al senador Walter Pinheiro y al diputado Alessandro Molon, les agradezco por la aprobación del Marco Civil.

Quiero saludar al secretario-general de las Naciones Unidas, Wu Hongdo.

Quiero saludar muy especialmente al creador de la web, Tim Berners-Lee

Quiero saludar también al vicepresidente de Google y gran participante en la creación de la Internet, Vincent Cert.

Saludar una vez más al CEO de ICANN, Fadi Chehadé, que el 8 de octubre de 2013 tuvo un encuentro conmigo, y en ese encuentro la idea de esa reunión de la NET Mundial ganó forma. Entonces, agradezco a todos ustedes, agradezco a los ministros de estado, a los delegados extranjeros, por su presencia, y quiero saludar… de aprobación de la web que fue construida con la participación de toda la sociedad brasileña.

Quiero saludar al ministro de Relaciones Exteriores, embajador Figueiredo; al de Justicia, José Eduardo Cardoso; quiero saludar a Paulo Bernardo, de las Comunicaciones; al ministro de Ciencia y Tecnología, Clélio Campolina Diniz.

Quiero saludar a la senadora y ministra de Cultura, Marta Suplicy.

Y a nuestro secretario-general, Gilberto Carvalho.

Y saludar a todos los presentes, en especial a los periodistas acá presentes, fotógrafos y camarógrafos.

Quiero decir que sean todos bienvenidos a Brasil para esa reunión Multisectorial Global sobre el Futuro de la Gobernanza de la Internet, la NET Mundial.

En este momento, quiero también saludar a los organizadores, tanto el Comité Gestor de la Internet en Brasil, como la coalición One Net.

Es con satisfacción que veo en esta plenaria a representantes de todos los sectores involucrados en la gobernanza de la Internet. Tenemos acá a la sociedad civil, a los académicos, la comunidad técnica, empresas y gobiernos. Esa diversidad saludable, porque es una diversidad saludable, que también caracteriza a los grupos que participan de la reunión por la Internet. Y quiero aprovechar esa oportunidad hoy para establecer un diálogo sobre los temas y propósitos que nos han traído a São Paulo.

A mediados de 2013, las revelaciones acerca de los mecanismos abarcadores de espionaje y de monitoreo colectivo de comunicaciones causaron indignación y repudio en amplios sectores de la opinión pública brasileña y mundial. En Brasil, ciudadanos, empresas, representaciones diplomáticas y la Presidencia de la República misma tuvieron sus comunicaciones interceptadas. Estos hechos son inaceptables y siguen siendo inaceptables. Ellos atentan contra la misma naturaleza de la Internet; naturaleza abierta, plural y libre.

La Internet que queremos solo es posible en un escenario de respeto a los derechos humanos, en particular la privacidad y la libertad de expresión. Por eso, en mi discurso en la 68ª Asamblea de la ONU, hice una propuesta de combate a esas prácticas y propuse una discusión con relación al establecimiento de un marco civil global para gobernanza y uso de la Internet, y de medidas que aseguren la efectiva protección de los datos que circulan allí. También, juntamente con la canciller Angela Merkel, nosotras llevamos a la ONU un proyecto de resolución sobre el «Derecho a la Privacidad en la Era Digital». Hemos aprobado por consenso ese proyecto y aprobamos también el llamado a los Estados para que cesara la recolección arbitraria o ilegal de datos personales e hicieran valer el derecho a la privacidad. Inclusive, hay que recalcar que los derechos que las personas tienen offline también deben ser protegidos online.

La NET Mundial viene a impulsar ese esfuerzo. Y esta reunión responde a un anhelo global por cambios en la situación vigente y por el fortalecimiento sistemático de la libertad de expresión en la Internet y de la protección a los derechos humamos básicos, como es el caso del derecho a la privacidad y, sin lugar a dudas, también el derecho al tratamiento de las discusiones en la Internet de forma respetuosa, asegurando su carácter democrático y abierto

Hemos venido a São Paulo, por lo tanto, con el propósito común de perfeccionar y democratizar la gobernanza de la Internet, mediante la construcción de consensos, consensos alrededor de principios y también de la elaboración de un guión para su evolución. Nosotros, y eso yo quiero reforzar, no pensamos que se trata de remplazar los diferentes foros que ya se ocupan del tema, sino más bien imprimir a los debates una nueva dinámica y un necesario sentido de urgencia.

Nosotros partimos de dos premisas: la primera es que todos queremos proteger la Internet como espacio democrático, de todos, como un bien común, un verdadero patrimonio de la humanidad. Más que la mera herramienta de trabajo, y para más allá de su conocida contribución para el crecimiento económico, desde que cada vez más inclusiva, la Internet ha permitido la reinvención permanente del modo como las personas y las instituciones interactúan, producen cultura, se organizan, incluso políticamente. La arquitectura abierta y descentralizada de la red favorece el acceso al conocimiento, a la democratización de las comunicaciones y su constante innovación. Esas características básicas, nosotros queremos, y deben ser preservadas, en cualquier escenario, para asegurar el futuro de la Internet y potencializar sus efectos transformadores de y en la sociedad. La segunda premisa es el deseo que compartimos de incorporar a un público cada vez más amplio en ese proceso. El compromiso con el debate abierto e inclusivo ha orientado la organización de esta reunión. Todos los sectores han participado en su preparación y están representados en esta plenaria. Son miles de participantes del mundo entero a los cuales se suman espacios virtuales, en diferentes puntos del planeta. Los temas que serán debatidos han sido objeto de amplia consulta pública internacional y han recibido contribuciones de actores ubicados en todos los puntos y en varios países. Esas propuestas sirvieron de base para la elaboración del borrador de documento que se debatirá y perfeccionará en los siguientes dos días.

Saludo al Comité Multisectorial Ejecutivo y al Comité Multisectorial de Alto Nivel por ese esfuerzo colectivo. El interés de los brasileños por la Internet se ha reflejado en la expresiva participación en la consulta pública nacional promovida por el portal PARTICIPA.BR. En este momento, la sociedad civil se halla organizada en el Arena NET Mundial, local brasileño de acceso a esta reunión.

Entonces yo quisiera decir a ustedes, amigos acá presentes, que Brasil defiende que la gobernanza de la Internet sea multisectorial, multilateral, democrática y transparente. Nosotros consideramos el modelo multisectorial la mejor forma de ejercicio de gobernanza de la Internet. En línea con esa visión, nuestro sistema local de gobernanza, en funcionamiento hace 20 años, cuenta con la participación efectiva, en el Comité Gestor de la Internet, de representantes de la sociedad civil, de académicos, de empresarios y del Gobierno.

De modo no excluyente con lo que acabo de decir, también nosotros estimamos importante la perspectiva multilateral, según la cual la participación de los gobiernos debe tener lugar en igualdad entre sí, sin que un país tenga más peso que los demás. Esa defensa del multilateralismo es consecuencia natural de un principio elemental de las relaciones internacionales contemporáneas, consagrado en la Constitución brasileña: la «igualdad entre los Estados».

Así que no vemos oposición entre multilateralismo y multisectorialismo. Su contrario es el unilateralismo, éste sí, indefendible. No es democrática una Internet sometida a arreglos intergubernamentales que excluyan a los demás sectores. Tampoco son aceptables arreglos multisectoriales sujetos a la supervisión de uno o de pocos Estados.

Nosotros queremos, de hecho, democratizar las relaciones de los gobiernos con la sociedad y las relaciones entre los gobiernos. Queremos más democracia, y no menos democracia. Es necesario y urgente dotar de un carácter global a las organizaciones que hoy son responsables por las funciones centrales de la Internet.

La complejidad de esa transición – que involucra competencia jurisdiccional, rendición de cuentas y pacto con múltiples actores – no disminuye su sentido de urgencia. Por eso yo saludo la intención del gobierno de los Estados Unidos, recientemente anunciada, de sustituir su vínculo institucional con la Autoridad para Atribución de Números de la Internet (IANA) y la Corporación de la Internet para Designación de Nombres y Números (ICANN) por una gestión global de esas instituciones.

A partir de ahora, el nuevo arreglo institucional y jurídico del Sistema de Nombres de Dominio de la Internet, a cargo de IANA e ICANN, debe ser construido con amplia participación de todos los sectores interesados, yendo más allá de los actores tradicionales. Cada sector, naturalmente, juega papeles distintos, desde responsabilidades igualmente diferenciadas.

La gestión operativa de la Internet debe seguir siendo liderada por su comunidad técnica. Y rindo acá mi reconocimiento público y de mi gobierno a esas personas, que se dedican a diario al mantenimiento de la Internet abierto, estable y seguro – un trabajo fundamental, aunque invisible para todos nosotros, los usuarios.

Los temas relativos a la soberanía – como delitos cibernéticos, violaciones de derechos, asuntos económicos transnacionales y amenazas de ataques cibernéticos – son de responsabilidad primordial de los Estados. Se trata, antes que nada, de asegurar a los Estados los instrumentos que les permitan cumplir con sus responsabilidades ante sus ciudadanos, entre ellas la garantía de derechos fundamentales. Derechos que son asegurados offline deben ser asegurados online. Esos derechos prosperan al amparo, y no en ausencia absoluta del Estado.

Para que la gobernanza global de la Internet sea efectivamente democrática, se requieren mecanismos que permitan mayor participación de los países en desarrollo, en todos los sectores. Temas del interés de estos países, los grandes usuarios de la Internet, como la ampliación de la conectividad, la accesibilidad y el respeto a la diversidad, deben ser centrales en la agenda internacional.

No basta con que los foros sean abiertos desde el punto de vista formal. Tenemos que identificar y remover las barreras visibles y las barreras invisibles a la participación de toda la población de cada país, bajo pena de restringir el papel democrático y el alcance social y cultural de la Internet. Ese esfuerzo requiere, además, el fortalecimiento del Foro de Gobernanza de la Internet como instancia de diálogo apta a producir resultados y recomendaciones; un amplia revisión de los 10 años de la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información; y la profundización de las discusiones acerca de ética y privacidad en la UNESCO.

Por eso yo quisiera decirles que nosotros creemos que el espacio cibernético, y estoy segura, como todos ustedes, debe ser el territorio de la confianza, de los derechos humanos, de la ciudadanía, de la colaboración y de la paz. Para alcanzar estos objetivos, necesitamos pactar principios básicos que orienten la gobernanza de la Internet.

En lo que concierne a la privacidad, la resolución aprobada por la ONU ha sido un paso importante, pero todavía tenemos mucho que avanzar. Cualquier tipo de recolección o tratamiento de datos debe tener el visto bueno de las partes o amparo legal. Pero el debate sobre principios es mucho más abarcador. Debe, insisto, incluir la universalidad del acceso a la Internet, esencial… desarrollo social y humano, en pro de la construcción de sociedades inclusivas y no discriminatorias. Debe incluir la libertad de expresión y, necesariamente, la neutralidad de la red.

Brasil tiene su parte de contribución que dar, desde el amplio proceso interno de discusión, de debate, de contribuciones que ha resultado en la ley del Marco Civil de la Internet, aprobada ayer por el Congreso Nacional y que tuve el honor de sancionar, acá, hace poquito.

La ley, y acá yo quiero tomar las palabras de Sir Tim Berners-Lee, que la consideró «un regalo para la web en su 25o aniversario», demuestra la viabilidad y el éxito de discusiones abiertas, discusiones multisectoriales, así como la utilización innovadora de la Internet en la discusión misma como plataforma interactiva de debates. Ese ha sido un proceso sumamente virtuoso que llevamos acá en Brasil.

Nuestro Marco Civil ganó aún más valor por el proceso de su construcción. Por ello yo quisiera recordar que nuestro Marco Civil establece principios, garantías y derechos de los usuarios, delimitando deberes y responsabilidades de los diferentes actores y del poder público en el ambiente online. Algo muy importante, él consagra la neutralidad de la red, que es una conquista que nosotros, a lo largo de ese proceso, logramos convertir en consenso. Al establecer que las empresas de telecomunicaciones deben tratar de forma isonómica todos los paquetes de datos, sin distinción por contenido, origen, destino, servicio, terminal o aplicación, de hecho él ha consagrado la neutralidad de la red. Las empresas tampoco pueden bloquear, monitorear, filtrar o analizar el contenido de los paquetes de datos. Protege la privacidad de los ciudadanos, tanto en la relación con el gobierno como en las relaciones con las empresas que actúan en la Internet. Las comunicaciones son inviolables, excepto por orden judicial específica. La ley trae también reglas claras para la retirada de contenido en la red, siempre asegurando la presencia de decisiones judiciales.

El Marco Civil, ejemplo de que el desarrollo de la Internet no puede dispensar este proceso de discusión con la participación de los estados, es una referencia innovadora, porque, en su proceso de elaboración, sonaron las voces de las calles, de las redes y de las instituciones.

Por eso es que tenemos una convicción: en una red, cada nudo es importante. Los grandes nudos – como los mega-portales, por los cuales converge gran parte del tráfico de datos mundial – son importantes. Son importantes también los pequeños nudos.

Y yo quisiera decirles un punto fundamental: Brasil dio un gran paso en el proceso por el cual nosotros hemos incluido y asegurado ingresos a una parte de la población. Tan importante como los ingresos es el acceso a la Internet, tan importante como los ingresos es la garantía de una sociedad con ciudadanos que tengan opiniones propias y que las expresen. Por eso para nosotros el valor inestimable de la Internet. Y nosotros también tenemos otro gran bien, que es nuestra inmensa diversidad étnica, cultural, política y religiosa. Nosotros debemos respetar y promover nuestra diversidad cultural. Nosotros no queremos imponer creencias, costumbres, valores o concepciones políticas.

Y yo quiero señalar acá, de forma especial, estos millones de usuarios que se multiplican día a día, acá y en los países en desarrollo, en nuestras periferias urbanas, en las comunidades tradicionales. Ellos enriquecen la red con otras ideas, otras narrativas y visiones del mundo. Esas personas hacen la Internet más fuerte y más universal. Y es a nombre de ellas y a causa de ellas que yo agradezco la presencia de todos ustedes acá. Para nosotros la Internet es un instrumento moderno, emancipador y transformador de nuestra realidad. Sean muy bienvenidos y espero que vuelvan para la Copa Mundial, la Copa de las Copas. O que la vean por la Internet.

Muchas gracias.