Que Samsung y Apple sean los dos fabricantes más importantes de teléfonos inteligentes, no sorprende a nadie. Pero este año deberán defender a capa y espada sus lugares del gigante chino Xiaomi, que crece a paso espectacular
Xiaomi es quizás un nombre que no le suene mucho, pero de seguro que pronto le sonará. Este fabricante chino de teléfonos inteligentes que apenas lanzó su primer teléfono inteligente al mercado chino en el 2011, acaba de recaudar en el recién culminado mes de diciembre, poco más de US$1.100 millones, y se calcula su valor en más de US$45.000 millones –alrededor de US$4.000 millones más que Uber.
Pero ¿cómo un fabricante tan joven puede haberse convertido en el tercer fabricante mundial de smartphones y pasar aún desapercibido para millones de personas? Pues porque ha mantenido su foco en el mercado chino y algunos pocos mercados selectos, con gran capacidad de compra, sedientos de tecnología y muy sensibles a los precios.
Para muchos, incluyendo al máximo jefe de diseño de Apple, Jonny Ive, Xiaomi es sólo un fabricante que saca provecho de los diseños de la competencia, especialmente Apple, y por eso ha eludido algunos mercados donde las leyes de protección a los derechos intelectuales son más estrictos.
Así es como Lei Jun, fundador y CEO de Xiaomi, sale en las presentaciones usando un bluejean y una T-shirt negra, atuendo que recuerda al preferido por Steve Jobs –aunque al menos no usa un sueter de cuello de tortuga negro. El modelo emblemático de Xiaomi es el teléfono Mi4, que luce sospechosamente parecido a un iPhone 5S. El MiBox, un set-top para TV casualmente luce como el Apple TV y por supuesto la tabl;eta estrella, la MiPad, se parece como una gota de agua a otra a la iPadMini de Apple.
Y una cosa más… la frase famosa de Steve Jobs, también es parte de las presentaciones de Jun.
Xiaomi ha hecho un trabajo impresionante en escalar posiciones de manera rápida, muy rápida, y ha logrado levantar capital y ampliar su portafolio de productos. Pero cabe preguntarse si esto será suficiente para intentar llegar a las posiciones uno y dos del mercado mundial de smartphones. Hasta ahora el mercado ha demostrado que la innovación ha sido la clave para Apple y Samsung –más allá de sus batallas internas por patentes y copias de diseños— y Xiaomi pareciera querer lograr altos niveles de ventas con poca innovación, un esquema que parece haber funcionado muy bien en el mercado chino, pero que de seguro enfrentará problemas al intentar llegar a mercados en países más desarrollados, como puede ser el japonés, el europeo y el de USA.
Por ahora, IDC pronostica que la empresa podrá llegar a vender hasta 100 millones de smartphones en el 2015, una cifra nada despreciable, pero aún muy por debajo de Apple y Samsung. Habrá que esperar el anunció de un producto innovador de Xiaomi –bajo la marca Mi—que su CEO anunció a finales de año, para este mismo mes de enero. Será así como estaré de nuevo hablandodeti Xiaomi desde estas mísmas páginas.