Todo lo que tiene que ver con Apple es capaz de levantar las más fuertes pasiones. A mi me parece que en general somos demasiados exigentes con Apple, al tiempo que le permitimos todo. Algo confuso ¿o no?

 

Recientemente Apple lanzó sus nuevos iPod, apenas poco tiempo después de lanzar su flamante iPhone 3G y se ha creado una polémica sobre la posible “fatiga” de Apple. Para una compañía de primera línea –digamos Palm, aunque sé que las comparaciones suelen ser odiosas—lanzar un teléfono exitoso, como fue el Treo en su momento o ahora el flamante Centro, es justificativo suficiente para verla en el mercado por años, mostrándole respeto.

 

En los últimos años Job y Apple han realizado grandes siguientes hitos de la historia de las TI (y seguro se me olvidaran algunos):

 

  • La flamante iMac, una computadora todo en uno, en una época en que todos apostaban por los complejos equipos tipo tower. ¡Y que eliminó los diskettes! 
  • Las iMac de colores (enero 1999)
  • La primera computadora personal en superar el Megaflop de rendimiento y que obligó a cambiar la definición de supercomputadoras de interés militar. (PowerMac G4, Septiembre de 1999)
  • El iPod y toda su revolución musical (Octubre 2001)
  • El iPhone, que ha cambiado los teléfonos inteligentes en menos de dos años (enero 2007)
  • El Newton, el primer asistente digital serio, que aunque fracaso, preparó el camino para Palm (¡lanzado en 1993!)
  • La MacBook Air redefiniendo la categoría de ultra portátiles

 

Por supuesto la primera de todas estas entradas debería ser el lanzamiento del primer sistema operativo con interfaz gráfica, comercializado con éxito. Pero la idea no es  realizar una lista exhaustiva sino llamar la atención sobre esta llamada “fatiga” de Apple, tan nombrada en la red.

 

Resulta que la tan anunciada fatiga tiene como síntoma principal los nuevos iPod nano, que para algunos no son lo suficientemente revolucionarios, sin importar que ese mismo modelo lo quisiera para cualquier fabricante de aparatos de MP3. En eso somos demasiado exigentes con Apple. No se pueden lanzar dispositivos que revolucionen el mercado cada tres meses.

 

Pero en lo que somos débiles con Apple es en no exigir un servicio acorde con su recio. Un compromiso en Latinoamérica serio. Apple nos trata como que no existimos, deja que los computadores, iPods e iPhones se vendan al precio que mejor se les ocurra a los especuladores y ni siquiera se sienta a hablar con usuarios o con la prensa.

 

Apple tiene mucho que aprender aún, pero no de tecnología, sino sobre la gente. Y de esos podemos dar fe desde hablandodeti.