Recientemente he reflexionado mucho sobre esto con amigos y relacionados. La tarea más difícil en la actualidad debe ser la que tienen nuestros amigos de las agencias de relaciones cuando los obligan a organizar un evento para anunciar un lanzamiento de un nuevo celular.

Si reviso mi buzón de correo y lo comparo con mi experiencia, debo ser algo así como un analfabeta musical, ¡por que he ido a no menos de seis lanzamientos en el último año de celulares que han cambiado la forma de escuchar música! Y yo sigo escuchándola aún de la manera más tradicional, usando mi iPod. (¿me estaré perdiendo de algo?)

Pero no es todo… mi incapacidad debe ir más allá, ya que aún soy tan incompetente como para usar mi cámara para tomar fotos en lugar del celular. Aunque debo confesar que la cosa es peor aquí, ya que lo intente una vez y me fue peor de lo esperado –contaba con uno de los primeros celulares con cámara de 5.0 MP y tome las fotos de tres o cuatro eventos a los que asistí y tuve que terminar ilustrando las notas en la revista con imágenes royalty free (incluyendo un evento de la misma marca del celular). Esa vez decidido a liberarme de la ignorancia acudí ante los representantes de la compañía y les pedí me enseñaran que debía hacer. Ellos me dijeron ¡fácil! apuntas y ya. Minutos más tarde y tras haber probado tres celulares del mismo modelo, se los llevaron todos ya que debía tratarse de una actualización de software no realizada.

Pero volviendo al tema de los eventos, se está volviendo aburrido. En Venezuela un par de artistas de TV animan todos los eventos relacionados con Movistar. Yo que no soy farandulero, los siento ya tan cercanos, de verlos tan a menudo, que no me creo ninguno de sus parlamentos, pero igual quizás hasta les compre algún regalito esta próxima Navidad (¿quizás un celular?).

Estos eventos cuentan con todo lo esencial: whiskey, tequeños (parta los no residentes en Venezuela: los mejores pasapalos de por aquí), humo químico y los invitados del SIPEM (Sindicato de Invitados por Ellos Mismos). Ah, y se me olvidaba: el fulano celular del lanzamiento.

El protocolo es el mismo en todos los eventos. Te citan a una hora, te hacen esperar entre 30 y 45 minutos, te lanzan un breve parlamento, un video, más parlamento, la rifa de un par de equipos y se acabó. La efectividad de este método tan previsible: bastante baja.

Aquí propongo métodos más inteligentes, ojalá alguien que lea esto se les ocurra ponerlos en práctica:

1. Descartar el evento, organizar un calendario de pruebas de equipo entre algunos periodistas y al final regalar los equipos de prueba a esos periodistas (si los quieren). Repetir este esquema con cada nuevo teléfono, variando los grupos de prueba.
2. Unir todos los lanzamientos relacionados a un operador en un gran evento, cada cierto tiempo (se que a algunas marcas no les simpatizaría, pero seria mucho más efectivo)
3. Igual al punto 2 pero agrupado por marcas

En cada caso, sugiero donar el excedente del presupuesto a algún orfanato, o invertir más en publicidad en nuestros medios. Se trata de dos buenas acciones, que les asegurarán un lugar en el espectro, digo, en el cielo. Y recuerden que hablar de celulares es estar hablandodeti.