Muchos amigos que trabajan en PR han comentado sobre el post anterior, y me he decidido a realizar lo que algunos de ellos, y también colegas, me han pedido: la lista de los errores más frecuentes de los que estamos de este lado, o sea los periodistas, cuando somos invitados a un evento de TI. Algunos errores ocurren por limitarse y otros por extralimitarse, pero a la larga todos atentan contra el ejercicio de la profesión. Espero nos sirva a todos como material de reflexión.

10. No asistir puntualmente a los compromisos adquiridos en la agenda, ya sean charlas, entrevistas o simples actividades.

9. Estar demostrando todo el tiempo lo mucho que se sabe sobre un tema específico. La idea es entrevistar a los ejecutivos, no impresionarlos con nuestra sabiduría.

8. No prepararse para las entrevistas y soltar el tradicional “entonces…¿que me tiene que contar?”

7. En caso de que hayan varios periodistas presentes –digamos en una rueda de prensa—abusar realizando preguntas elaboradísimas –que más parecen intervenciones—gastando el tiempo de los demás. Otra variante de esto mismo, es el contestar las preguntas de los otros periodistas (aunque se sepan las respuestas hay que recordar que el otro periodista le interesa que declare el vocero, ¡no un periodista de otro medio que no puede citar!)

6. Hablar mal de la empresa que lo invitó. Sin importar si tiene motivos o no, si piensa así de la empresa debió haber rechazado la invitación antes. Si el enfado ocurre durante el viaje, con no volver a viajar con ellos bastará.

5. Obligar a una empresa a que lo invite a un viaje, o tomar como cierto que sí se asistió a un evento anual cualquiera, eso genera la obligación de que la empresa te lleve año tras año.

4. Abusar de la agencia de PR o de la empresa, al pedir comida costosa, realizar consumos en hoteles y restaurantes, o exigir condiciones especiales injustificadas.

3. No intentar lograr el máximo de cada oportunidad, entrevistando a los ejecutivos y conociendo del negocio de manera adecuada. O lo que es lo mismo, dejar que la agencia de PR te marque el ritmo, sin intentar aprovechar el evento para obtener información extra.

2. Volverse tan complaciente, para agradecer la invitación, que sólo se publique lo que la empresa y su agencia de PR quieren. Aunque ellos tienen gran control sobre lo que se va a publicar –dado que los eventos son temáticos—el punto de vista que debe prevalecer es el que más represente a nuestros lectores/televidentes/escuchas. Muchos toman está actitud complaciente sólo para asegurarse un cupo en el viaje del próximo año

1. Por último, y quizás con la mayor importancia, caer en el juego descrito como error número uno de los PR en el anterior post de mi blog. Hay periodistas que por disfrutar un viaje –a veces sin importar el contenido del mismo—siguen y alientan la tendencia perversa de convertir los fondos de publicidad en presupuesto de PR. Al hablar con los ejecutivos debe dejarse en claro la importancia de que la pauta publicitaria se complemente con las actividades de PR. La dificultad aquí es hacerlo sin que parezca un chantaje, pero sí se es un buen periodista, comunicar una idea de la forma correcta no debería ser difícil.

En este post tan particular, además de estar hablandodeti, quizás también esté hablando de mi.