Hace ya unos años tenía la suerte de entrevistar a Eugene Kaspersky, el que le da nombre a la firma rusa de antivirus, en sus propias oficinas en Moscú.
Para empezar la entrevista saqué mi backberry –que uso como grabador de voz—y para tomar nota, abrí mi Macbook –la misma que uso para escribir esta nota—y el se me quedó viendo y me dijo: allí está el futuro del malware y los delincuentes, apuntando de manera alternativa a ambos dispositivos. Ante la importancia del entrevistado –un “genio” de la informática sindicado por muchos a la KGB—tome esa advertencia por cierta, pero pasaron los meses y la profecía no se cumplía y empecé a olvidarla.
Y aunque desde entonces han ocurrido un par de noticias al respecto, todavía no se cumple la sentencia de Eugene, y actualmente, tras una declaración de Kaspersky –la empresa, no el hombre—de que el malware de Android puede empezar a crecer desproporcionadamente, un ingeniero de Google ripostó diciendo que “si uno trabaja en una compañía que ofrece antivirus para Android o iOS, debería renunciar por vergüenza”. Según el los fabricantes están intentando atemorizar a los usuarios ara vender programas antivirus que no hacen falta.
Así las cosas, a pesar de que hay algo de malware para Mac, y algo de Malwre para Android, aún parece que el sentido común es más útil que un antivirus, ya que la mayoría de las amenazas funcionan con ingeniería social, es decir haciendo que el usuario haga clic en un enlace y acepte instalar un programa malicioso.
Pero aunque la realidad todavía sea inocua, no dejo de acordarme de la preocupación con que Eugene me hablaba de este futuro y de otro tópico que resulto muy duro: el de la ciberguerra.
Así que mi querido sistema operativo Android, déjame decirte que no pensaba en ese momento, que Eugene también estaba hablandodeti, cuando hablaba de las amenazas del futuro.