De verdad se ha vuelto hasta fastidioso escuchar a los “críticos de profesión” que salen a la palestra cada vez que Apple lanaza un nuevo dispositivo.
Si bien apple por muchos años se equivocó –o se adelanto según algunos—con algunso de los dispositivos lanzados –como por ejemplo el Newton, precusor de los PDA—hace ya bastante rato que casí todos los dispositivos que lanza se convierten en un gran hito. Desde el lanzamiento de la iMac, han sido pocos los dispositivos lanzados que no han tenido un éxito destacado –como le pasó al Apple TV con un recibimiento bastante tibio.
Pero en los dos últimos lanzamientos –iPhone 4S y la nueva iPad—los críticos han sido demasiado duros, calificando a los productos, casi de engendros que no merecían la atención del público, y sin embargo el mercado se ha encargado de acallarlos. El iPhone 4S se ha vendido como nigún otro teléfono inteligente en el mundo y el nuevo iPad superó todas las expectativas con tres millones de unidades vendidas en su primer fin de semana. Ante estos hechos tan contundentes, no hay argumento que valga. Si usted es uno de esos críticos, le recomiendo que revise sus estándares y sus valores tecnológicos, y al menos se de cuenta de que si no están equivocados, al menos si están disociados de la realidad del mercado.
Y es que… ¿quién no quiere una mejor pantalla? ¿Y un mejor rendimiento gráfico? ¿Y si además eso se consigue en un dispositivos que sigue siendo de los mejores en diseño? Estas son las preguntas que deben plantearse los críticos antes de hablar. Al fin y al cabo esta situación es equivalente a un ejemplo que he visto –y he usado—decenas de veces en charlas, cuando increpo a la audiencia a contestarme dos sencillas preguntas. La primera es ¿quién de los presentes es capaz de hacer una hamburguesa mejor que las que vende McDonalds? A lo que una vasta mayoría responde alzando la mano. La segunda pregunta deja clara mi intención: ¿por qué entonces ninguno tiene una cadena de comida rápida tan grande y exitosa como Mc Donalds? La multitud suele empezar a murmurar y mostrar signos de descontento.
Pero el argumento que está por sobre estas dos preguntas es sencillo: se trata de crear una experiencia al rededor del producto que haga sentir bien al cliente. Y es lo que Apple sabe hacer muy bien. Y si Apple lo podía hacer con la iPad 2, la nueva iPad, con características mejoradas como la conexión 4G y la nueva pantalla retina Display, lo debe de hacer mejor.
Espero en estos días ponerle las manos encima a una nueva iPad, para así poder estar hablandodeti, Apple, y de tus dispositivos, basado en mi propia experiencia, y no en estas críticas que el mercado se empeña en desmentir.