Como bien he plateado en los dos post anteriores, Microsoft está desarrollando una estrategia coherente –no necesariamente triunfadora o correcta, pero si muy coherente— de llevar Windows, su producto estrella, a todas las plataformas posibles. Esta estrategia no era clara hasta hace poco, y sólo los recientes anuncios demuestran que Microsoft lleva tiempo detrás de esta idea, pero no estaban dadas las condiciones aún.
Pero en este reto, queda una pantalla muy importante por atacar: las TV en el hogar.
Aunque Microsoft no ha dicho aún gran cosa al respecto, se vislumbran algunas estrategias diferentes para atacar este mercado. La primera, y la única clara y anunciada por la gente de Redmond, es usar el XBox para entrar allí. Lo único es que el XBox –por ahora— no ejecuta Windows. Sin embargo Microsoft no quiere abandonar la posición dominante que logró su consola después de tanto tiempo y está atacando fuerte con descuentos agresivos e incluso regalando la consola con la compra de una portátil. Pero el XBox, además de no correr Windows, es una pieza de hardware muy vieja, y la baja en los precios y las ofertas gratis pueden indicar que una nueva generación de consola –probablemente ejecutando una versión de consumidor final de Windows 8— está al llegar.
La segunda vía es más interesante. Los rumores de que Microsoft está jugando con tabletas de gran tamaño corren desde hace meses. Y cuando decimos gran tamaño, es gran tamaño. Los rumores apuntan de que Ballmer y otros ejecutivos cuentan con tabletas de más de 40 pulgadas colgadas en sus oficinas. Esto es completamente factible, como ya demostró la Surface, incluso con un procesador Intel, y ejecutando software de Windows 7. La interfaz probablemente se beneficie del hardware más exitoso de la historia de Microsoft: el Kinect. Así podemos imaginar un futuro donde una “tableta de pared” cuelgue de la pared de la cocina, y muestre recetas que pueden revisarse y cambiar de página, por ejemplo, con un simple gesto de la mano registrado por el Kinect. Igualmente habrán gestos para revisar el correo, navegar por los sitios preferidos de la web o visualizar videos de YouTube. Un teclado inalámbrico completaría este sistema.
Por último, pero no por eso menos importante, Microsoft podría apostar en un TV con Windows 8 –propio o licenciado. No es descabellado y ya Google lo ha hecho con su sistema para TV inteligentes, basado en Android.
Cualquiera de estas tres opciones le brinda a Microsoft una oportunidad de competir, otra vez más, con sus archirivales Google y Apple por el futuro de una industria que les es hasta cierto punto ajena: la industria del entretenimiento y los contenidos multimedia.
No hay duda de que han estado movidos estos últimos días en el ámbito de tecnología, y me han tenido hablandodeti, Mictrosft, como hace tiempo que no lo hacía.