Por más que la cuota de mercado haya descendido, los teléfonos luzcan obsoletos o las aplicaciones desfasadas en el tiempo, el gran valor y fortaleza de marca de Blackberry aún está allí. Y hay razones para pensar que esta empresa pueda mantener su presencia en el market share o incluso incrementarla, ya que dentro de menos de dos meses estará lanzando su nuevo sistema operativo.

Y es que esta semana tuve oportunidad de dar un vistazo –eso si muy limitado— al flamante nuevo sistema, conocido como BB10 OS, y quedé gratamente impresionado con la integración del sistema con las aplicaciones y algunos conceptos que son claves para el sistema.

Lo primero que uno nota es que se trata de un sistema moderno, con una interfaz limpia y que agrega información util para el usuario en todos los niveles. Es decir, que no hay que esperar a abrir una aplicación para saber si hay mensajes o datos interesantes. Un poco en el esquema de Windows Phone y sus baldosas activas, la nueva interfaz de Blackberry, muestra al usuario un especie de información preliminar, sin tener que abrir siquiera el programa. En el centro de esta propuesta está el Blackberry Hub, una pieza de software que relaciona toda la información que genera un contacto, en un sólo lugar. Desde SMS y registros de llamadas y reuniones, hasta datos extraídos de redes sociales como LinkedIn, Facebook o incluso de buscadores de Internet, el usuario puede consultar todo acerca de sus contactos.

El nuevo sistema está pensado con la multitarea como centro, y por ende permite la ejecución en simultáneo de varias aplicaciones. Dos páginas de hasta cuatro aplicaciones cada una, permiten al usuario mantener aplicaciones abiertas, a las cuales puede “asomarse” -peek- para ver que están haciendo, con sólo un simple gesto sobre la pantalla. Este esquema presenta cuatro cuadros –uno por aplicación— en cada página, a los que se puede poner en primer plano –ejecutar normalmente— o simplemente asomarse a ver las novedades, de manera sencilla, algo que espera RIM que atraiga a los usuarios más exigentes, que buscan velocidad al trabajar con distintos programas. En las pruebas observadas cualquier aplicación del teléfono podía ser ubicada en estas ocho casillas de aplicaciones, con solo un click.

Este manejo de gestos para cambiar entre aplicaciones, conocido como Blackberry Flow, es una de las piezas fundamentales de la interfaz. Algunos medios especializados que han usado el sistema reportan cierta dificultad para aprender a usarlo, pero una alta eficiencia una vez que el usuario se acostumbra. Habrá que esperar a ver si esto funciona como un atractivo diferenciador de la plataforma. DE alguna forma los usuarios de la tableta de Blackberry se sentirán como en casa con estas funcionalidades. En el demo que observe, era notable la facilidad del facilitador usando el dispositivo con una sola mano –claro que se trataba del Director global de negocios de teléfonos inteligentes de RIM, alguien que debe estar más que acostumbrado al dispositivo.

RIM prefiere ver al BB10 como una nueva plataforma, totalmente diferente a la anterior. En esta nueva plataforma, los desarrolladores cuentan con librerías de funciones –las llamadas API— que les permiten inclusive integrar sus aplicaciones con el sistema operativo y su interfaz, algo que permitiría una nueva generación de aplicaciones, mucho más adecuadas a los dispositivos.

En revisiones de terceros, se destaca la nueva funcionalidad de la cámara, que además permite tomar varias fotos por segundo y escoger las mejores, o componerlas en una mejor fotografía, así como la habilidad del dispositivo de funcionar como dispositivo personal y empresarial al mismo tiempo. Blackberry Balance, es nombre que se le da a esta funcionalidad que permite la coexistencia de dos “vidas” en el mismo dispositivo, ambas cifradas, ambas separadas entre si, y permitiendo incluso la administración remota de la parte corporativa, sin afectar para nada a la parte personal. Blackberry busca con esto ganarse la buena pro de las empresas y entrar de lleno al segmento conocido como BYOD –traiga su propio dispositivo– muy en boga en las empresas.

Por supuesto que el sistema operativo tiene un sinnúmero de mejoras más, en todas las áreas básicas, pero a grandes rasgos se puede decir que el sistema luce moderno, eficiente, veloz, responsivo y especialmente atractivo, algo fundamental para atraer a público que está acostumbrado a las altos grados de diseño y perfección de Apple y a la capacidad de ser configurado de Android.

Para mi queda aún como un misterio la manera en que la «nueva plataforma» interactuará con la vieja, y cómo funcionará en especial el BlackBerry Messenger en ambas, algo fundamental para lograr una transición exitosa.

Blackberry sabe que sin aplicaciones, el sistema no llegará lejos, y por eso apuesta a desarrolladores y operadoras telefónicas para que le ayuden a reforzar este aspecto. Blackberry ha distribuido miles de teléfonos de desarrollo –apodados cariñosamente “Devies” por lo de Developer Device—y el propio CEO se ha embarcado en una cruzada mundial visitando a los operadores y algunos desarrolladores de importancia. Los resultados empiezan a verse con la recuperación experimentada en la bolsa sobre el valor de la acción. También los rumores en la red empiezan a ser positivos, especialmente ante la cercanía del anuncio oficial del sistema, pautado para el 30 de enero.

Por eso lamenté lo ocurrido con la visita del CEO de RIM al país y pienso que se perdió una oportunidad importante de llevar este mensaje a más personas. Habrá que esperar entonces al 30 de enero, pero mientras, y a medida que conozca más cosas del nuevo sistema, ten la seguridad que seguiré hablandodeti RIM, y espero que sea para bien.