Un artículo de la BBC en español habla de un proyecto de la universidad de Berkeley, para aprovechar los acelerómetros en los teléfonos inteligentes para detectar sísmos y alertar a las personas con algunos segundos de anticipación.
Se trata de una aplicación más del cacareado concepto de “Big Data” que algunos no terminan de entender, pero que se asoma como una de las tendencias tecnológicas que de seguro estarán con nosotros por mucho tiempo. “Big Data“ se trata de utilizar miles y miles de datos, generalmente no estructurados, para encontrar patrones que puedan usarse para optimizar procesos existentes, y generar nuevas aplicaciones de la data acumulada.
Hace ya un año conversaba con Jeff Jonas, un gran científico de IBM, líder del grupo de Analítica del gigante azul, sobre Big Data y sus aplicaciones. Jonas, es un visionario en el uso de aplicaciones de Big Data, y es el responsable del software que usan más de la mitad de los casinos en el mundo, que sirve para detectar a los “contadores de cartas” de los cuales el grupo más famoso –que provenía del MIT—y fueron inmortalizados en un libro, y en la película “21”.
Jonas me comentaba que los celulares eran una de las fuentes más valiosas de datos. Basta con pensar que están al lado de las personas y van a los lugares que estas van. Si bien Berkeley está desarrollando un sistema para alertar de posibles sismos, esa data no estará disponible hasta que se desarrollen acelerómetros más complejos y sensibles. Pero Jonas me hacía reflexionar sobre las posibilidades de rastrear datos de localización. “Imaginen sólo rastrear las velocidades de movimiento de los celulares, y con todos lo que están sobre una autopista, poder hacer no una predicción, sino más bien un diagnóstico, del tráfico en la autopista en tiempo real” aseguraba el científico. Y es que la data de celulares podría servir para generar alerta de posibilidad entre amigos y familiares –algo que ya se ha hecho con aplicaciones—detectar abusos de límites de velocidad en autopistas, y hasta determinar condiciones atmósfericas en base a degradación de señal u otros atributos. La data de los celulares, serviría para ubicar personas en caso de tragedias naturales, determinar posibles problemas que obligan a la población a huir de un lugar o incluso determinar lugares a donde las fuerzas de ayuda puedan ser enviadas durante una tragedia.
Por supuesto que hay aristas que son más preocupantes que otras. La privacidad es quizás la más clara de ellas, pero existen muchas más.
Jonas es enfático al decir que las aplicaciones de seguridad nacional, son quizás las que más piensan en esta tecnología. Los casinos que usan el software desarrollado por el, colaboran entre sí a fin de buscar contadores de cartas, compartiendo informes de registro de huéspedes, informes de ganancias y mucho más. El científico dejo entrever que el sistema que usa el gobierno de los EE.UU. va más allá, y combina datos de hoteles, agencias de alquiler de carros y bancos, con datos de migración y bases de datos de distintas agencias. Sin embargo no quiso dar más datos al respecto.
Pero es claro que la data de las empresas celulares, los registros de los consumos, los movimientos de cajeros automáticos, las compras de pasajes aéreos y las conexiones a la Internet, entre otros, dejan un rastro claro de donde se encuentra una persona, permitiéndola ubicar en cualquier lado, algo no muy lejano de lo que plantea la serie de ficción en TV, “A person of interest”.
Hoy gracias a ese artículo de la BBC, me he tomado al fin el tiempo de contar un pedacito de esa interesante entrevista que le hice a Jeff Jonas, y me dio la oportunidad de estar hablandodeti, IBM y tu estrategia de Big Data.