Un post interesante en el blog de negocios de Kaspersky cuenta como un pequeño fallo en una App de iPad terminó retrasando un importante número de vuelos de American Airlines el pasado 28 de Abril

Lo sucedido con un pequeño falló en una App que hizo que muchas iPads que le pertenecían a pilotos de American Airlines retrasaran los vuelos que pilotaban, está reseñado en una entrada del blog de negocios de Kaspersky en inglés.

Una App usada para convertir a los iPads en reemplazo de las enormes “bolsas de vuelo” –conjunto de mapas, ordenes y documentos que juntos alcanzan a veces hasta 20KG de peso)– arrojó un fallo que hacía reiniciar a los iPads, tras una actualización defectuosa, con el código corrompido.

No hubo vidas humanas en riesgo, y el problema fue de fácil solución, bastando realizar una re-instalación de la App, pero para eso muchos pilotos tuvieron que retrasar el inicio de su vuelo y algunos que ya había empezado a rodar el avión en la pista, incluso debieron regresar a la puerta desde donde habían salido, para poder aprovechar la conexión WiFi y así actualizar la App. Incluso se rumora que algún piloto decidió resolver el problema a la manera “antigua” e imprimió de nuevo todos sus documentos.

El incidente no pasa de ser una pequeña e interesante anécdota si solo se juzga por sus resultados. Pero si se ve el potencial, y se suponen escenarios donde la desaparición de los datos ocurre quizás a mitad del viaje, se puede entrever un compromiso de seguridad mucho más serio, al que hay que prestarle atención y prevenirlo, o mejor dicho evitarlo, usando cualquier medio posible.

El crecimiento de la dependencia tecnológica y en los gadgets, configura cada vez más un escenario muy productivo, pero altamente vulnerable, donde los ataques criminales y los fallos de programación se vuelven igual de peligrosos. El control normal a una App que se realiza en las tiendas de aplicaciones, sólo busca que las aplicaciones sean legítimas, que no estén infectadas, y evalúa otros aspectos como la interfaz para ver si se apega a los lineamientos. Pero nunca se revisa si la funcionalidad funciona bien al 100%, abriendo paso a que aplicaciones con defectos de programación –involuntarios o no—terminen en ambientes de producción como el de un piloto de avión, que puede tener en sus manos la vida de cientos de personas.

A medida que la Internet de las cosas avanza como concepto y en su implementación, este tipo de amenazas seguirán surgiendo y puedo dar por seguro que seguiré hablandodeti, Kaspersky, así como de los otros proveedores de seguridad, cada vez que descubran una nueva vulnerabilidad, fallo o debilidad.