mundoCuando se habla de redes sociales todos suelen pensar de inmediato en FaceBook, o como mucho en Twitter. Pero existen, más allá de estas, varias redes sociales que son muy útiles al momento de trabajar, comprar o asesorarse.

Una de mis redes sociales preferidas es la conformada alrededor de Amazon. Allí suelo buscar numerosos consejos antes de comprarme el último gadget. Por allí me entere que el convertidor de zoom que quería comprar para mi flamante Olympus SP560 para aumentar su zoom de 18X a 54X tenia una pésima calidad de imagen, mientras que el más caro y modesto multiplicador de zoom de Olympus, que apenas lleva el zoom máximo a 30X, brindaba mejor resultado.

Otra red que uso constantemente, es la MercadoLibre, en la cual me entero de cuál es el precio real de los dispositivos de tecnología en mi país Venezuela. Además aquí se encuentran unos tutoriales geniales sobre múltiples aspectos, que me han servido para ahorrarme dar explicaciones a varios amigos, refiriéndoles simplemente a estas geniales guías.

Recientemente me decidí al fin a crear mi perfil en LinkedIn. Algo para lo que tenia decenas d einvitaciones. Sin haberle visto nunca el sentido a este red, siempre había aplazado mi entrada. Pero una vez entrar allí y empezar a construir mi red –algo que aún no termino de comprender al 100%– de amigos, sus amigos y los amigos de sus amigos—empiezo a encontrarle el gusto. Aquí se comparten los curricula de todos, se establecen relaciones de trabajo, se puede uno integrar a grupos de personas con intereses coincidentes y hasta se puede buscar trabajo.

Estas redes sociales son, sin duda, extremadamente útiles. Muchas de ellas datan de antes de que se acuñara el termino Web 2.0. Recuerdo cuando conversaba hace un par de años con Mario Dávila, CEO de MercadoLibre en Venezuela. El me dijo abiertamente: “MercadoLibre ha sido 2.0 desde sus inicios. Nosotros sin los usuarios no seriamos nadie.” Y tenía razón. Es como hablandodeti: sin ustedes leyéndome no serviría de nada.