Sentado en un aeropuerto, antes de tomar un vuelo para asistir a una conferencia tecnológica de gran tamaño –el Wireless Enterprise Simposium de BlackBerry—es inevitable pensar en la gripe porcina y sus consecuencias, cuando numerosas personas a mí alrededor –incluyendo los empleados de American Airlines que chequearon mi vuelo—portan mascarillas quirúrgicas.
Ayer mismo una colega me plateaba el gran susto que le producía viajar a un evento semejante en la ciudad de Las Vegas.
Y en este momento, mientras investigo en Internet sobre planes de contingencia para negocios he conseguido muchos recursos en línea, incluyendo el www.pandemicflu.gov –un sitio genial, en inglés y español, mantenido por el gobierno de los EEUUAA. Pero todos estos sitios no hacen más que señalarme, que la única solución de negocios para este caso es el teletrabajo.
Las empresas con sólida infraestructura para facilitar el teletrabajo, podrán seguir funcionando si se desata la pandemia. Las que tengan una infraestructura que permita algunas funciones remotas –como correo e intranets—podrán mantener cierto grado operativo. Las que no tengan ninguna infraestructura que permita el trabajo remoto, la pasarán muy mal. Por supuesto que las empresas de manufactura tendrán problemas importantes, ya que el trabajo allí no puede ser remoto. Pero aún en esos casos mantener funcionando la gerencia puede evitar males mayores –por ejemplo al detener envíos de mercancía que no pueden ser procesados.
Así que si no ha considerado hasta ahora que las ventajas del teletrabajo –mayor productividad, reducción de costos y empleados felices—sean una ventaja estratégica ara su empresa, a partir de ahora deberá considerarla por su valor estratégico en caso de crisis, especialmente de pandemias mundiales.
Hable con sus empleados sobre la conveniencia de instaurar un régimen de teletrabajo, así sea para emergencias, y se dará cuenta de que todos estarán hablandodeti.