Antes de comenzar debo de confesar que mi afición por los títulos dobles en los posts es un mal heredado de la infancia, donde las caricaturas como Rockie y Bullwinkle siempre tenían dos títulos para sus episodios. Y a veces la vida me pone a escribir sobre situaciones que para mi merecen dos y hasta más títulos.

En estos días que la actividad de ruedas de prensa en tecnología en Venezuela ha estado movida, y tocó en suerte que dos empresas rivales lanzaron dispositivos que compiten entre sí, con apenas un día de diferencia. Ambos eventos fueron ambiciosos, incluyendo un gran performance artístico cada una. En un caso tanto el clima como la locación resultaron excelentes y en el otro, la lluvia y algunos problemitas de logística dificultaron el inicio, pero una vez que arrancó, creo que todo salió como querían.

En el primero de ellos no pude twittear pues me había quedado sin batería en mi celular, y en el otro si pude hacerlo normalmente. Pero son varias las personas que se han acercado a mi para comentarme lo desafortunado de uno de los eventos –el segundo—y calificarlo como casi un fiasco sin haber estado presentes. La fuente de la información fueron los tweets de algunos invitados. Ahora bien, la tecnología demostrada en ambos casos es impresionante: se trata de televisores con capacidades 3D. Y sobre la tecnología no he recibido aún preguntas, mientras que sobre los eventos en sí, son varias las aseveraciones que he escuchado. Y aunque por un momento estuve por entrar en esa diatriba, inmediatamente recapacité y me di cuenta que no soy un periodista de eventos sociales, sino más bien de tecnología, y que si un dispositivo se presenta en Nueva York entre candilejas, como hizo HP esta semana, no es más importante que uno que presente una marca local, en una sencilla rueda de prensa. Esto es algo que todos en la fuente debemos tener claro –y creo que es así.

Pero ¿por qué entonces el ensañamiento contra un evento y no contra el otro? La respuesta es sencilla: se trata de una experiencia personal. Algunos quizás piensan que se merecen una atención mas VIP. A otros les fastidia oír a Los amigos Invisibles –la banda que tocó esa noche—y otros más le echaran la culpa a la lluvia o a los pocos pastelitos y whiskeys que llegaron en medio de la gente. Quizás un nutrido grupo añada al descontento que una marca no rifó TVs y que no tuvieron oportunidad de ganarse tan codiciado premio, mientras que la otra si.

Ahora bien, y aquí es donde viene lo álgido… ¿a cuantos lectores les interesará que en la fiesta no me dieron suficientes pastelitos? ¿Serán más o menos que los lectores a los que les pueda decir que la imagen del TV LG se ve mejor, aunque me parece que las plataformas de Sony y Samsung son más completas para soportar 3D? Creo que es para reflexionar sobre el deber que tenemos como periodistas, por que quizás el evento en si pueda ser noticia, pero de seguro que quienes nos siguen constantemente en las diferentes dimensiones en las que estamos –prensa, radio, TV, twitter, blogs, etc—lo hacen por conocer nuestros puntos de vista sobre tecnología.

¿Y si el punto no es la atención, sino el no haber contado con la rifa? Allí es donde aplica el segundo título del post, y es cuando en hablandodeti.com dejaremos de asistir a las convocatorias de IBM: en cuanto ellos empiecen a rifar mainframes en sus ruedas de prensa. Por que… ¿yo donde podría colocar un mainframe en mi casa?