yellowkid
Estando en pleno rediseño –o repensado, quedaría mejor—de este blog que tantas cosas buenas me ha dado, durante el año pasado me tropecé con una entrada de blog –o un artículo de revista electrónica, ya son casi indistinguibles—que aborda el tema de los contenidos digitales, pensados en el número de vistas o clics que generarán, algo contrapuesto a la forma tradicional de hacer prensa, donde el criterio del editor –y la línea editorial de contenidos– estaba por encima de todo el proceso.

Al leer el texto sexyperiodismo de David Jiménez, comprendí que en parte el trabajo realizado en mi blog corresponde más al enfoque de prensa, ya pasado de moda según el artículo –que a pesar de eso, ha logrado captar la atención de muchas personas, superando a la versión electrónica de medios especializados o a portales que se le pasan “complaciendo” al lector. Así la tarea titánica, de vencer como David, al los Goliath de la actualización continua, ha probado ser la formula para que hablandodeti, acumule a la fecha de escribir este post unas 3.3 millones de páginas servidas.

Pero es que ese enfoque de vender contenido que guste –o mejor dicho que sea esperado—es el que muchos portales que venden publicidad basados en su ubicación en los rankings de popularidad, siguen. En toda Latinoamérica tenemos varios ejemplos de sitios que cuando piensan que no tienen suficientes hits publican fotos de mujeres y hombres semidesnudos, noticias amariilistas o de gadgets de electrónica. En el área de tecnología son miles los que están repletos de sexy-lanzamientos y entrevistas complacientes a los fabricantes. Pero no todo el mercado espera eso. Muchos lectores prefieren leer cosas que los hagan pensar, posiciones incómodas que los obliguen a reflexionar y temas sobre los que puedan opinar.

Todo esto comenzó como parte de las reflexiones que, como los dije, estoy realizando desde hace casi un año, y a las que vuelvo recurrentemente cuando me toca hablar con personas de agencias de PR sobre la importancia de mi blog. Algunas de esas personas que insisten hasta el infinito por que escriba algo sobre su cliente en mi blog, suelen tener conceptos errados sobre la importancia de la influencia del blog o el autor sobre el mercado. Aquí, en lugar de hacer lo que siempre han hecho con la prensa escrita, radio y TV, se limitan a ver el número “seco” de personas impactadas y obvian la calidad de los lectores muchas veces. Aunque ya hay atisbos de que eso empieza a cambiar, es mucho el daño que se causa al querer comparar blogs, websites de sitios especializados y comunidades con grandes buscadores.

Mientras esto no se corrija, seguiremos viendo intentos de sexy periodismo, algo que no es único de esta época, sino que incluso grandes periodistas y dueños de medios, como el propio Pulitzer y Hearst, estuvieron haciendo a principios del siglo pasado, cuando la caricatura de un inocente niño vestido de amarillo, llegó a ser tan popular que ambos periódicos se la disputaron y la colocaban en primera plana, buscando vender más diarios que el contrario. El chico de amarillo daría origen al termino amarillismo, o Yellow Journalism en inglés, una tendencia que nos persigue hasta nuestros días.

Ojala la próxima vez que alguien de una agencia de PR o Publicidad quiera hablar de mi blog, se de cuenta de que realmente está hablandodeti, querido lector.