Sin duda alguna el CES sigue siendo una de las mejores referencias para predecir el futuro tecnológico, y este año no fue la excepción.
Televisores de gran tamaño, curvos, con Ultra HD –resolución 4K—más inteligentes y con más sistemas operativos, se constituyen en la primera gran tendencia que se puede rescatar de esta feria.
Carros conectados, más inteligentes, capaces de conducirse solos, con baterías eléctricas y capacidad para recargarlas con luz solar, se constituyeron en la segunda tendencia. Incluso General Motors prometió convertir sus vehículos en “hotspots” móviles de Internet de alta velocidad usando conexiones 4G. Además no se debe pasar por alto la propuesta de Qualcomm y su apoyo a la Fórmula E.
La tercera tendencia clara fueron los computadores todo en uno de bajo costo para el hogar o la empresa, equipados con Android en lugar de Windows. HP, Acer y Lenovo, entre otros fabricantes, apostaron a estas configuraciones, con chips no-Intel, y que hacen lucir a estos computadores como tabletas en esteroides.
Una cuarta tendencia, quizás la menos clara de todas las que aquí reseño, es la Impresión 3D, que siguió consolidándose en esta edición del CES, pero a un ritmo mucho menor del que muchos esperaban.
Una quinta tendencia interesante fue la de la Internet de las cosas, un concepto que tiene tiempo rondando, y que busca que cada objeto posible se conecte a la Internet e interactúe. Intel está muy interesado en que eso pase y ha invertido gran cantidad de dinero en promoverlo, con el fin de que esos procesadores en “todas las cosas” sean Intel. Aquí encontraron lugar muchos dispositivos orientados a lograr hogares conectados.
Y la última tendencia, la Internet para vestir, tiene su origen si se quiere en la tendencia anterior, la Internet de las cosas, y que está apoyada fuertemente en los teléfonos inteligentes que fungen como especie de hubs, de centros de conexión y procesamiento para los distintos dispositivos, que van desde ropa hasta relojes y pulseras, todos ellos considerados como inteligentes. Las aplicaciones van desde el monitoreo de signos vitales, hasta nuevas formas de interacción con la Internet, pasando por una larga lista de aplicaciones en las áreas de salud, entretenimiento y fitness.
Y ya con el CES 2014 cerrado, no nos queda más que esperar a los próximos eventos, como el congreso móvil de Barcelona o el E3, para poder seguir hablandodeti, futuro de la tecnología.