Recientemente se descubrió que por los últimos siete años los TVs inteligentes de la marca Vizio han estado espiando a sus dueños, robando informaciones sobre sus preferencias y hábitos para después venderlos al mejor postor

 

¿Se imagina usted que su compañía de cable conozca sus preferencias para ofrecerle costosos paquetes que se le hagan irresistibles? ¿o que la tienda de adultos más cercana conozca sobre su adicción a las películas sensuales y comience a proponerle juguetes y disfraces? ¿y si es su empleador el que se entera de que usted le fascina ver videos desde su teléfono y empieza a plantearse si no hará lo mismo en su puesto de trabajo? ¡Su TV puede estar espiándolo! y esto es posible gracias a que los “genios” de Vizio, una empresa fabricante de TVs de mediana calidad y bajo costo, se inventaron un mecanismo para cubrir los bajos precios de sus TVs: espiar a los usuarios para vender después los datos.

Pero lo peor de este caso es que no es la única empresa que hace esto, prometiendo una función inteligente que le ayuda a conseguir contenido. Otras empresas cuentan con opciones sospechosamente parecidas en sus TVs inteligentes, opciones que, palabras más o palabras menos, sustraen información de sus hábitos al ver TV.

Desde el 2010 la empresa ha recabado informaciones sobre los hábitos de los consumidores utilizando la función “Smart Interactivity”, un asistente digital que ofrecía aprender lo que quería el usuario para después ofrecer recomendaciones personalizadas, al estilo de Amazon o YouTube, pero sin condiciones claras como los de estos.

La FTC –Federal Trade Commission—de los EUA americana ha castigado a la marca con una multa de más de US$2 millones y la ha obligado a borrar los datos recabados desde el 2010.

El mayor problema según la FTC es que Vizio al vender los datos incluía la dirección IP desde donde se generaron, lo que permitía trazar los datos hasta el cliente que los originó, saltándose cualquier tipo de consideración a la privacidad.

El acuerdo al que llegaron la FTC y Vizio eximió a la empresa de reconocer que lo que hizo estuvo mal, pero dejó claro que en el futuro cualquier fabricante que quiera recoger estos datos deberá alertar claramente a los usuarios sobre los datos que recopila. Algo que Samsung, LG y otros fabricantes han tenido que entender, aunque hayan tenido la suerte de no ser multados por la FTC.

Es así que la próxima vez que hablemos de un caso de espionaje, podremos estar hablandodeti, querido lector, si es que no vas corriendo en este momento hasta tu TV inteligente y apagas primero la función de “Smart Interactivity” si se trata de un TV Vizio, o su equivalente en las demás marcas.